En este módulo hemos viajado al “interior” de la persona directiva, a las diversas “características” que debe tanto mostrar abiertamente como mantener internamente para llevar a cabo su cometido de forma eficaz y eficiente.
Además nos acercamos al estilo de liderazgo situacional y a los principales estilos directivos – todos ellos válidos y necesarios- que debe saber utilizar la persona que lidera en una organización.

Mihrab de la Mezquita Catedral de Córdoba
Ahondando en interiores y profundidades, el mihrab de la mezquita catedral de Córdoba es el sitio interior que señala hacia dónde ha de dirigirse la oración, con la particularidad de no estar situado hacia la Meca – sureste- , como era habitual, sino hacia el sur. Representa la intimidad de la mezquita, lo más importante de ella, en el fondo de sus mosaicos bizantinos.
Competencias, motivos y valores: el fondo del mensaje
Nuestro sistema de valores es una parte de nosotros que no podemos separar de nuestra personalidad. Viene a ser el sistema de navegación que nos guía y que rige desde nuestro yo más profundo nuestras actuaciones y comportamientos, sin que seamos conscientes de ello.
Las competencias son características personales – que podemos medir- relativamente estables y causalmente relacionadas con el éxito en el puesto de trabajo. Esto incluye los conocimientos y habilidades, pero también los valores y los motivos.
La Teoría del Iceberg de Spencer & Spencer sostiene que en el 20% de nuestro comportamiento “que se ve” están nuestras habilidades y conocimientos, fácilmente detectables, por tanto; mientras que en el 80% que no se ve están, además de las competencias, nuestros motivos y valores, aquello que nos impulsa a actuar.
Los motivos son formas de pensar que nos impulsan hacia un determinado comportamiento. Estos procesos psicológicos no conscientes y relativamente estables que nos llevan a hacer lo que hacemos son: logro, afiliación y poder. El motivo de logro es la tendencia a buscar el éxito, la excelencia. El motivo de afiliación se centra más en el mantenimiento y creación de relaciones afectivas. Por último, el motivo de poder implica la capacidad para modificar el comportamiento de los demás.
Los valores son como los pilares o ideales que nos guían y nos mueven a hacer lo que hacemos. Sí son creencias conscientes, que, por tanto, podemos modificar, aunque no son medibles.
Las competencias, desde la parte oculta del iceberg, pero casi aflorando a la superficie, “manejan” y controlan los comportamientos de la superficie.
La persona directiva debe conocer dichas competencias para poder desarrollarlas más conscientemente. Además, también debe ser capaz de que en las personas colaboradoras de su equipo emerja dicho potencial para conseguir óptimos niveles de calidad en la organización.
Escucha lo que aporta Lucila de la Barrera en este video acerca de las competencias.
El IAAP realiza su revisión en profundidad cada cierto tiempo para adecuarse a la realidad. Las 16 competencias que aparecen en nuestro Módulo corresponden a la última revisión del año 2022 en base al modelo de liderazgo transformador.
En vuestros Decálogos justificais actuaciones para desarrollar estas competencias directivas en vuestros entornos profesionales: por ejemplo Yolanda Avilés, se acerca al compromiso con objetivos y resultados; Encarnación Bautista, Adrián Leonés y José Manuel Colmenero al desarrollo y transmisión de la visión estratégica; Fátima Benítez, Jesús Pastrana y Brígida Machado a la autogestión emocional; Cristina Camacho, a la capacidad de inspirar. Lucía Cantero ha basado su decálogo en el aprendizaje basado en la práctica y el autodesarrollo; Andrés Díaz y Noelia Reina en el liderazgo de servicio y motivación; y Juan Leonardo Fierro,¡ y Susana Gómez en la planificación y gestión flexible.
Orientación a la experiencia de la ciudadanía es la base del trabajo de Sonia Duque, de Vanesa Nieto y de José Puerta; el aprendizaje social colaborativo es la competencia elegida por Marina Rebollo y María Valdivia; mientras que Isabel García, Beatriz Golmayo y Francisco J. Molero se han decantado por la gestión del cambio y transformación digital.
Todos los elementos de una catedral ocultan una determinada simbología, además de tener funciones arquitectónicas. Sería la parte oculta del iceberg que se repite en la mayoría de las catedrales: la propia construcción serviría de gigantesco talismán que ahuyentaría las calamidades; la altura sería otro símbolo para acercarse a lo celestial; la luz, un modo de que llegue al espiritualidad a lo terrenal; el altar representa el paraíso y la divinidad acercándose a los humanos; la puerta anticipa todo el significado que la catedral encierra, como si fuese el portal hacia el cielo; la torre evoca la llamada a la oración; el rosetón recrea la perfección divina como el mandala indio o la flor de oro traoista…

Vista aérea de la Catedral de Guadix (Granada)
La Catedral de Guadix, renacentista, barroca y también gótica, por una construcción que duró del XVI al XVIII, nos regala un campanario con tres cuerpos bien visible en la lejanía y con un tamaño colosal. Campanario y torre simbolizan el acercamiento al cielo, la llamada a la oración, y debían ser bien visibles para atraer a los fieles. De hecho es la tercera torre en altura de las catedrales españolas. También se sostenía que el campanario ahuyentaba a los demonios anunciando la palabra de Dios con su música. Además de una casa con siete estancias para el campanero, consta de trece campanas, a las que se accede tras una subida de los 160 peldaños de su escalera de hélice como ideó Leonardo da Vinci – que permite que no se crucen los que suben con los que bajan- . ¡Solo hay un caso similar en el Loira, en el castillo de Chambord!
El liderazgo situacional: aprovechando la realidad
No es lo mismo dirigir que liderar. La persona directiva, si es líder, busca que las personas colaboradoras desarrollen todo su potencial y que interioricen la misión de la organización, consiguiendo crear en ellas un compromiso auténtico. Menuda tarea… ¿no os parece?
El modelo de Liderazgo situacional de Hersey y Blanchard que aparece en el módulo consiste en la adaptación de la conducta de la persona líder a las necesidades de rendimiento de las personas de su equipo: cómo podemos lograr una mayor efectividad en su desempeño, adoptando distintos estilos de liderazgo según sea la madurez profesional de las personas colaboradoras.
Ambos modelos son descritos por Lucila de la Barrera en este vídeo.
Además, el Modelo de los 4 círculos de Goleman refleja la influencia que existe entre los estilos de liderazgo y el clima laboral: el rendimiento de un equipo está determinado entre un 33% y un 40% por el ambiente de trabajo. Y el liderazgo ejercido influye sobre el ambiente laboral un ¡70%!
Adaptarse a la situación ha sido la tónica general en la construcción de las catedrales, normalmente respetando edificaciones anteriores aunque respondiesen a distintos credos. Un ejemplo clarísimo de esta adaptación a la realidad se dio en la Catedral de Sevilla: su planta es cuadrada y no en cruz latina, preservando la forma de la mezquita anterior; se conservaron igualmente el Patio de los Naranjos y la Puerta del Perdón. Y, lo más evidente: su alminar o minarete árabe se convirtió en la actual Giralda, campanario de cien metros de altura, inspirado en la Koutubia de Marrakech. Es cierto que tras la Reconquista le añadieron señas inequívocas que la relacionaba con su época como el remate renacentista y el Giraldillo adosado en el siglo XVI como símbolo de la fe cristiana.

Giralda, Catedral de Sevilla
Estilos de dirección: personalidad y elegancia
Cada estilo de dirección es apto para un determinado contexto. Lo importante es que la persona directiva sepa cuál emplear de forma más efectiva en cada caso concreto. No existe una única opción ante una situación determinada, pero la persona que lidera deberá adaptar uno o varios estilos según las necesidades.
Goleman establece los siguientes estilos de dirección, que aprovecharemos para entrelazar con los estilos arquitectónicos más usuales en las catedrales de nuestra geografía:
- El estilo directivo: “Haz lo que te digo”. Este estilo puede ser útil cuando las decisiones deben ser rápidas. La dirección está totalmente centralizada y al igual que en el estilo románico prima el orden y la estructura de muros gruesos que da sensación de seguridad y verticalidad.
- El estilo orientativo: “Ven conmigo”. Con este estilo se orienta a las personas colaboradoras hacia unos objetivos claros, y así nunca olvidan la visión de la organización. El estilo gótico se orienta hacia las alturas en un intento de alcanzar la espiritualidad y de acercar lo celestial a lo terrenal como visión principal.
- El estilo afiliativo o relacional: “Las relaciones, lo primero”. Se centra en las relaciones entre las personas para crear un ambiente de trabajo positivo y eficaz a través de vínculos emocionales duraderos. El estilo mudéjar es ejemplo claro de los vínculos y la coexistencia de elementos y características del arte cristiano y el arte islámico.
- El estilo participativo: “ ¿Tú qué opinas?”. Se basa en que todos son importantes en la toma de decisiones, potenciando que se involucren en la tarea con motivación y aportando innovación. Como un estilo barroco donde cada elemento cuenta dotando de movimiento y dinamismo a la construcción, incluso con la participación de más de un eje en la planificación de la planta del edificio.
- El estilo capacitador: “Tú puedes conseguirlo”. Pretende aprovechar el potencial de todas las personas del equipo, potenciando el desarrollo profesional de cada uno/a. Al igual que la arquitectura renacentista perseguía el antropocentrismo y el trabajo multidisciplinar, elevando la importancia de cada trabajador, y acabando con el anonimato de épocas anteriores.
- El estilo imitativo: “Hazlo como yo lo hago”. Con este estilo la persona directiva pretende alcanzar exigentes objetivos con lo cual hay normas bastante exigentes y además la persona líder es ejemplo de cómo realizar la tarea. Por su parte, el estilo neogótico, con una perspectiva historicista, pretende claramente imitar al gótico medieval.
El maestro de obras era, como ya hemos visto, el experto con competencias en diversas artes que además debía tener conocimientos de organización del trabajo para dirigir equipos de, a veces, hasta mil personas.
Pero… ¿había maestras de obras? Aunque miles de mujeres trabajaron en la construcción de catedrales – se dice que un 30% del total de trabajadores en las catedrales góticas- , a ellas les ofrecían los trabajos menos cualificados y peor remunerados. Algunas se encargaban de quehaceres más complejos como las canteras, vidrieras y argamaseras… cobrando la mitad que sus compañeros masculinos. Y sí, parece ser que hubo maestras de obras, pero su nombre no ha quedado registrado para la posteridad, reseñándolas únicamente con la palabra “mujer”. Pero seguro, seguro, que su personalidad y su estilo dejaron huella entre sus muros.
En la Catedral de Baeza podemos apreciar la mezcla de estilos arquitectónicos, máxime cuando es una de las más antiguas de Andalucía. Aunque en 1567 un terremoto destruyó parte de su estructura, el arquitecto renacentista encargado de su reconstrucción respeta elementos arquitectónicos góticos que habían resistido el seísmo. También son evidentes sus vestigios mudéjares, y la torre se ubica en el alminar de la antigua mezquita. Un ejemplo de esta coexistencia de estilos es la Puerta de San Pedro Pascual donde podemos ver el arco lobulado de estilo mudéjar complementado con un rosetón gótico.

Puerta de San Pedro Pascual, en la Catedral de Baeza (Jaén)
No podemos finalizar este resumen sin citar el Encuentro digital que tuvo lugar el pasado día 10… Toda una arquitectura de ideas y recomendaciones para que el liderazgo dé valor a las personas de la organización: “Todos son los líderes”, “Lo que reconoces es lo que obtienes”, “Un buen jefe te cambia la vida; y uno malo, también”, “Un líder no crea seguidores, crea más líderes”. Si quieres visualizarlo íntegramente, cosa que te recomendamos, puedes hacerlo aquí.
Además, en consonancia con el liderazgo que abordamos en este módulo, te invitamos a acercarte a estar aportaciones que habéis hecho al glosario: la capacidad de liderazgo, la flexibilidad, la responsabilidad ética, el liderazgo promotor , el liderazgo estratégico y el liderazgo emprendedor.
“El símbolo convierte nuestra vida en una aventura del espíritu al estimular nuestro deseo de conocer el armazón de la realidad oculto bajo las tejas coloreadas del tejado. El deber del hombre consiste en adquirir conciencia de los hitos colocados en su camino, se llamen templos, catedrales o capiteles. Ante una catedral, no contemplamos una obra del pasado, sino más bien el eterno presente del símbolo”. (Christian Jacq & François Brunier: El mensaje de los constructores de catedrales, 1974).
El Equipo de Dinamización del MOOC Dirección Pública: Introducción, 2025.
Imágenes:
1. Mihrab de la Mezquita Catedral de Córdoba. https://commons.wikimedia.org/wiki/User:R_Prazeres2. Vista aérea de la Catedral de Guadix (Granada). https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=User:Paultaylorespagne&action=edit&redlink=1
3. Giralda, Catedral de Sevilla. Web de Turismo de Andalucía: www.andalucia.org
4. Puerta de San Pedro Pascual, en la Catedral de Baeza (Jaén). https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Fernando
Llegado a la finalización de la «Catedral» gracias al líder y a su equipo soló quedará conservarla para que dure en el tiempo, bueno, incluyendo por supuesto a la confianza política y la solvencia técnica.
Una delicia leer el blog y hacer ese viaje por las catedrales. ¡Gracias por el enlace a la sesión del día 10!