El Valor de la Inteligencia Emocional en el Trabajo.

Actualidad Inteligencia emocional

Cada puesto de trabajo requiere de unas competencias específicas   para el   desempeño de las actividades del modo más eficaz posible y unas “competencias transversales “ relacionadas con la  capacidad de comunicar con efectividad con los demás. Todo ello nos remite al concepto de  inteligencia emocional, como habilidad para reconocer emociones propias y ajenas, a fin de poder gestionarlas y controlarlas para una vida propia y colectiva satisfactorias en todos los ámbitos, y por ende en el laboral.

La linfografía    de    red tecnológica   nos ilustra   sobre    la inteligencia   emocional en el trabajo y el valor que entraña la comprensión de las emociones, lo que nos permitirá entender su importancia de una manera gráfica.

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Durante     los     últimos años, el     coeficiente   intelectual ha aumentado significativamente en las personas, gracias a la alimentación, a   los    videojuegos, a los rompecabezas, etc. sin embargo, pareciera que    el coeficiente emocional, va en disminución (Goleman, 1999).

“La inteligencia     emocional   es    dos   veces más importante que las destrezas técnicas o el coeficiente intelectual para determinar el desempeño de la alta gerencia” (Daniel Goleman, Harvard Business Review.)

El libro The emotional intelligence quickbook Travis Bradberry y Jean Greaves afirman: “La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer, entender y manejar las emociones en nosotros, y en la interacción con otros”.

Los    últimos    descubrimientos   realizados   por Daniel Goleman y   el Consorcio para la Investigación sobre Inteligencia Emocional    en    organizaciones    (Consortium for  Research  on   Emotional Intelligence in Organizations) nos indican claramente   que   la    Inteligencia Emocional  (IE) es  el    factor de éxito    más  importante en cualquier carrera, más que el Coeficiente Intelectual (CI) o la pericia técnica. De hecho la Inteligencia Emocional es responsable de entre el 85 y el 90% del éxito de los líderes de las organizaciones.

“Cada vez resulta más evidente que lo que realmente importa a la hora de obtener un rendimiento superior en los puestos de dirección y en los líderes  de   las   grandes   empresas,  no son sólo sus currículos y CI (Coeficiente Intelectual) si no también la manera en que se relacionan consigo mismos y con los demás” (Goleman 1998).

También    es extrapolable     al resto   del  personal y a toda la organización porque el modo de comunicar es clave en los equipos de trabajo, y resultará fundamental para la productividad y el rendimiento, propiciar un buen clima laboral.

En inteligencia emocional, conocer nuestras emociones y  sentimiento no significa estar siempre alegres,si no saber estar triste y     controlar  sentimientos    negativos    que sacan lo   peor   de   nosotros, como la ira o el enfado, para aprender a controlarlos y evitar el estrés y la tensión.Redundará en  unas relaciones más serenas y equilibradas,que nos beneficiarán internamente y externamente, al favorecer las buenas relaciones con los demás en nuestro entorno.

Aprender a reconocer nuestras emociones, es el primer paso para aprender a manejarlas y evitar que  sean ellas quienes nos manejen a nosotros.

https://www.youtube.com/watch?v=83MzL3YGR3M

Para manejar las emociones, sean nuestras o ajenas, será esencial la asertividad y tener en cuenta éstos cinco aspectos básicos:

  • Autoconciencia emocional : Implica tener conciencia de nosotros mismos, para distinguir claramente qué tipo de emoción estamos teniendo y no confundirla.

  • Autorregulación o  autocontrol  emocional. Implica  transparencia  emocional,  capacidad  de adaptación, logro y optimismo, lo que posibilitará la flexibilidad para cambiar lo que    requiera   ser cambiado. En éste  sentido  puede resultar útil la PNL o   programación   neurolinguística,   que puede  ayudarnos  a corregir ciertos   hábitos  que nos impiden dicho autocontrol.

  • Habilidades  sociales o  relaciones interpersonales. que incluyen la comunicación verbal y no verbal, liderazgo y capacidad de persuasión.

  • Empatía o reconocimiento de las emociones de  los demás. empatía ,  capacidad de ponerse “en los zapatos” de  los otros.

  • Automotivación. Es el motor de nuestros actos.Trabajar  nuestros niveles de motivación es  la clave para disponer  de nuevas habilidades que nos permitan conseguir los objetivos que nos propongamos.

La emoción   como   estado afectivo subjetivo experimentado durante un periodo relativamente corto de tiempo genera una manera de   funcionar   determinada   en nuestro   organismo que favorece un tipo de conducta concreta, otorga a la experiencia   interna  o   externa  un  valor   que  condiciona  el  modo  en   que  actuamos,  también  influenciado  por  las circunstancias ambientales del momento y las vivencias y aprendizajes previos que se hayan tenido.Consideramos   las    emociones    positivas   o negativas, en  función   del tipo   de activación que genere en nosotros y la asociación   entre    dicha activación y la experiencia vivida. Las positivas   son placenteras (alegría, optimismo, relajación, etc..)   en   tanto  las negativas duelen o incomodan (tristeza,ira, desilusión etc..).Otras   emociones   como la situación de espera    a  que  algo  acontezca,  son  neutras, porque  aún    no   han  producido  un  resultado   de  placer  o  de  dolor   y tienen    función   adaptativa   para    el organismo, en tanto   sucede  el hecho que desencadenará la emoción positiva o negativa, son el estado previo que precede a la situación de felicidad o desesperanza.

La inteligencia emocional  nos  permite  gestionar  con  acierto  esas  emociones  negativas  inevitables, para  que no se apoderen   de  nosotros  y  sepamos  reconducirlas,  de  manera  que   no   nos   limiten   ni  condicionen, si no que seamos nosotros   quienes   tengamos   las   riendas   de   nuestra   propia  vida  y  su  control.  Para  ello  es  interesante seguir las pautas, recomendadas por el psicólogo Oscar Castillero Mimenza https://psicologiaymente.net/psicologia/gestionar-emociones-negativas con alguna variante adicional

1. No las bloquees:

No deben evitarse ni ignorarse, hay que aceptarlas tal y como se producen  y aceptar que debemos afrontarlas.

2. Valora porqué aparecen y qué quieren decirte:

Debemos    hacer    un  ejercicio   no   solo   de   percepción   sino  también  de razonamiento a nivel emocional sobre estas cuestiones y analizar por qué se produjeron y qué la motivó.

3. Utiliza técnicas de meditación o relajación:

Utiliza el  método  que  para  tí  sea  más  efectivo para desconectar y tranquilizarte,  para recobrar  el poder de pensar con serenidad, sin alteración. Busca lo  que  te  haga  recobrar  la calma  para adoptar la mejor decisión sin  dejarte llevar por la emoción negativa  del  momento,  que luego  podría pesarte y  hacerte  lamentar tu modo de  actuar.

4. Exprésalas:

Ocultarlas y reprimirlas puede generar un efecto acumulativo que va  a hacer  que nos sintamos cada  vez peor y  que lo que debería ser adaptativo se vuelva perjudicial e incluso patológico. Aprende a  expresarlas  de diferentes    maneras pero con tranquilidad déjalas fluir y que aparezcan y desaparezcan de un modo  normal y adaptativo.Deben existir, ser tenidas en cuenta   porque expresan   lo que   sientes o   lo que se te hizo sentir,  pero no pueden adueñarse de tu vida ni de  ti, de modo que ya no puedas dirigir tu vida. El equilibrio es lo que debe lograrse para saber expresarlas.

5. Dales respuesta:

No  se   trata  solo   de  saber  porqué  están  ahí  o  limitarse   a  expresarlas, sino que también es preciso  responder  a la necesidad que están expresando.

6. Intenta que no te dominen:

Aprende a gestionarlas para que te resulten funcionales no limitantes.

7. Valora otras situaciones que despertaron sentimientos semejantes o los efectos que puedan producir esas emociones:

Intenta recordar cómo afrontaste situaciones semejantes sin estresarte si eso te funcionó, y  vuelve a usar el método que entonces aplicaste, o  incluso   piensa en las consecuencias que podrían derivarse  de  la  mala  gestión  de  tus  emociones  del momento, si les das rienda suelta y no las canalizas, eso te ayudará a decidir mejor.

8. Observa a los demás:

Aprender en función de cómo los otros expresan emociones y cómo las gestionan  puede  permitir  identificarlas  en  los  demás sino autoidentificar aspectos como los síntomas fisiológicos o maneras de actuar. El uso de modelos que nos  enseñen a hacer frente a situaciones y emociones también puede ayudar.

9. Escríbelas:

Escribir en    un   diario    o algún   tipo  de  autorregistro  puede  servirnos  para  observar  qué  situaciones  nos generan determinadas emociones, y nos puede ayudar a entenderlas y entendernos. Dentro de nosotros están gran  parte de  las soluciones y escribiendo las podemos ver y nos permitirán comprenderlas para poderlas resolver o al menos para saberlas encauzar hacia nuestro bienestar emocional.

Y si necesitas un “coup de pouce”,  “nudge” o  empujoncito….

…..éste test  de  motivación de  WebConsultas, permitirá que conozcas tu nivel de motivación. Resulta muy ilustrador, y siempre es un buen comienzo de automotivación en la mejora de nuestras habilidades, y el desarrollo de todas nuestras capacidades:

https://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/test-de-psicologia/test-de-motivacion-2813

Sevilla a 24/06/18

Laura Martín.