El artículo «Una malagueña en Europa» (el enlace se abre en ventana nueva) sirvió de inspiración al autor de este artículo para reflexionar sobre el teletrabajo y presentarnos aquí sus conclusiones y recomendaciones.

Por Fernando San Martín Ortega, Jefe del Departamento de Sanidad Animal en la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en Málaga.

Trabajar desde Casa

Cada vez son más las actividades y servicios que realizamos o recibimos a través de Internet desde que las primeras líneas se instalaron en nuestro país, allá por la década de 1990. Hacer la compra, completar nuestra declaración de la renta y comunicarnos con nuestros seres queridos en un lugar remoto han pasado de ser una innovación a formar parte de nuestra vida cotidiana.

En países como EE.UU, pionero en muchos de los usos que hoy damos a Internet, el trabajo también se ha convertido en algo que podemos hacer desde cualquier lugar con una conexión. Según un estudio de Gallup[1], en Estados Unidos un 43% de quienes trabajan lo hacen, en mayor o menor medida, desde casa. Una cifra que contrasta con un mero 6% [2] en España, lo que nos sitúa muy a la cola en este ámbito, incluso dentro de la Europa de los 28.

Ventajas del teletrabajo

Son muchos los beneficios que aporta esta nueva forma de desempeño profesional.

Por un lado, elimina la necesidad de desplazamientos para asistir al trabajo. Esto se traduce en ciudades menos congestionadas y contaminadas. Y en personas que ahorran un tiempo y un dinero en transporte que pueden usar para fines más productivos.

Al margen del transporte, quien trabaja de forma remota puede compaginar mejor su vida profesional y personal. Un caso obvio de mejoría nos lo ofrecen quienes acaban de convertirse en madres o padres y que quieren pasar más tiempo con sus recién nacidos después de las primeras semanas de baja por paternidad o maternidad.

Los beneficios no acaban ahí. Las empresas que permiten trabajar de forma remota a su personal también encuentran sus ventajas. Para empezar, consiguen acceder a un mayor número de aspirantes con que cubrir sus puestos, ya que pueden contratar fuera de su área geográfica. Así, una empresa de Tecnología española podría contratar a alguien que reside en Londres si es la persona que más se ajusta a sus necesidades.

Y, al mismo tiempo, obtienen un importante ahorro energético en las instalaciones tradicionales (calefacción, iluminación, aire acondicionado etc.).

Otros estudios apuntan además a una mejora de la productividad. La prestigiosa revista Forbes concluye en un artículo reciente [3] que si asumimos que un trabajo en cuestión se puede realizar a distancia, la mayoría de personas incrementan su productividad cuando lo desempeñan de esta forma.

Por último, cabe mencionar que la lealtad también aumenta cuando se permite el teletrabajo [4]. En muchos casos, empleados y empleadas se convierten en embajadores y embajadoras de la empresa que abogan por ella y la recomiendan a sus allegados.

Casos de éxito

Un ejemplo relevante [4] de éxito en la adopción del teletrabajo es el caso de la empresa GitLab, valorada en 1.000 millones de dólares, y con sede en San Francisco, California. Su particularidad es su plantilla de 350 personas que no solo trabajan desde casa, sino que lo hacen desde 45 países diferentes. En crecimiento continuo, y con una reciente ronda de inversión de 100 millones de dólares.

En una entrevista con sus fundadores, estos mencionan como ventaja primordial su capacidad para atraer talento, y es que solo durante la segunda mitad de 2018 recibieron más de trece mil solicitantes entre los que elegir. Su gran reto admiten, es mantener una cultura de cohesión. La fórmula secreta, según un inversor en la empresa, es tener un equipo comprometido con la comunicación, insistente en la documentación y transparente al máximo.

Oportunidades para el teletrabajo

En España aún nos queda camino por recorrer. Pero seamos optimistas. Un porcentaje mayoritario de quienes trabajan lo hacen en el sector servicios, el acceso a Internet está generalizado a más de un 82% [6] de la población y muchas personas se sienten preparadas y admiran con envidia la cultura del trabajo remoto y flexible de otros países.

La administración pública se encuentra en una situación privilegiada para adoptar el teletrabajo: altamente informatizada, personal interesado y cualificado, y capacidad para implementar cambios, son elementos que, usados adecuadamente, la convertirían en un ejemplo a seguir para el resto de organizaciones.

Recomendaciones

Algunas recomendaciones para implementar con éxito el teletrabajo son:

Empezar poco a poco. Por ejemplo, se les podría ofrecer a empleados y empleadas trabajar desde casa el último viernes del mes, siempre que su presencia física no sea requerida en ese día.
Realizar actividades formativas de preparación para el teletrabajo
Invertir en digitalización. Ordenadores, teléfonos, redes de acceso, y aplicaciones. Todo debe estar apunto. Es preferible asegurar que todo funciona antes de lanzarnos.
Promover una cultura de comunicación y confianza. Dado que no estaremos cara a cara, es necesario asegurar que hay una comunicación fluida. Aplicaciones de chat interno y videollamada como Slack o Skype se han convertido en pilares fundamentales.
Establecer mecanismos de evaluación y eficiencia de la modalidad de trabajo desde casa.

Como colofón, quisiera hacer mención de las declaraciones del ministro de trabajo de la República Federal de Alemania, en las que plantea la posibilidad de obligar a las empresas a permitir trabajar desde casa[7].