Por favor, no me enseñes a ser Juez

 

José Luis Sánchez Ramírez.

Gestor procesal del Juzgado de Menores de Jaén.

En este relato ficticio, inspirado en sus experiencias, nos muestra su visión crítica de la formación del personal de Justicia en Andalucía.

 

23 de Abril, 8.30 h. Curso del IAAP  sobre procedimiento para enjuiciamiento de menores. 

 

Soy gestor procesal, llevo dieciséis años en el Juzgado de Menores de Jaén, voy al curso con mi compañero Miguel Ángel, que lleva unos meses en el Juzgado y tiene interés en realizar el curso para poder mejorar su actividad diaria… ya se sabe…. trabajar bien es trabajar menos.

Entramos en el aula, somos quince alumnos. Hay otros dos compañeros de Fiscalía de Menores. De los doce funcionarios de Jaén destinados en órganos relacionados con el curso asistimos cuatro. Participa también Mari Angeles, del Juzgado de primera Instancia nº 2 y Juan Pedro, del Registro Civil. Al resto no los conozco, aunque cuatro de ellos son del Juzgado de lo Contencioso, y otros vienen de Linares y La Carolina de los Juzgados mixtos. Ninguno de ellos gestiona delitos relacionados con la ley del menor. A última hora aparece María, la agente de Fiscalía de Menores. Ella tampoco tramita procedimientos.

En este momento me pregunto por qué en cursos de una materia tan específica como este, no se intenta hacer una mejor selección del alumnado. Por ejemplo, en lugar de hacer una edición del curso en cada provincia ¿por qué no se realiza una edición del curso agrupando personal de varias provincias que sí trabajen directamente con el tema del curso en cuestión?. Quizás cueste un poco más esa edición por las dietas, sin embargo, esto se compensaría al no tener que convocar una edición en cada provincia. Por ello, creo que es obvio pensar que impartir un curso sobre una materia concreta a personal que no trabaja con esa materia no es muy eficiente. No quiero creer que sea esta la tan cacareada transferencia del conocimiento al puesto de trabajo, considero que se podría hacer mejor.

 

Empieza el curso, la Señora Juez de Menores nos explica los principios inspiradores de la ley, las medidas que se imponen a los menores, pone ejemplos, nos da una idea general del procedimiento. Poco después, llega una funcionaria de la Junta de Andalucía, nos explica los centros existentes en la provincia y en la comunidad autónoma para ejecutar las medidas que la juez ha impuesto a los menores condenados. 

 

Los compañeros y compañeras de otros órganos están sorprendidos, les interesa el curso, tenían otra idea de la Ley del menor, “Ley 5/2000 de Responsabilidad Penal del Menor”: No sabían, por ejemplo que, si el menor no paga la indemnización (responsabilidad civil), serán sus padres los responsables de la misma. Tampoco conocían la cantidad de recursos, y por tanto, de dinero, que se destinan a esta Jurisdicción.

 

24 de Abril. Segundo día de curso. Hoy una psicóloga y un educador, pertenecientes a un equipo técnico del Juzgado de Menores, nos explican los perfiles de los menores que cometen delitos. Puede ser cualquiera. Nos informan que, en las últimas fechas, han aumentado los delitos de índole sexual y violencia intrafamiliar. Por último, tratan de que comprendamos que la Ley del menor permite imponer a cada menor la medida que más se le ajuste. 

 

Finaliza el curso, el personal se muestra contento, han entendido un poco el funcionamiento de la Ley del menor. Hasta la próxima.

 

Sin embargo yo, personalmente, me voy una vez más con la impresión de que realmente no he aprendido nada que pueda llevarme a mi puesto de trabajo. Efectivamente, he comprendido cómo trabaja un Juez/Jueza de menores, los recursos existentes en la jurisdicción, los perfiles de los menores que cometen delitos, y eso es interesante, está muy bien que forme parte del contenido del curso, pero he echado en falta que, al menos, una parte importante del curso vaya encaminada a mejorar mi desempeño diario específico.

 

15 de Mayo. 11.00 h. Tres semanas después de la realización del curso descrito estoy en mi puesto de trabajo en el Juzgado de Menores de Jaén. La Fiscalía de Menores ha pedido una medida cautelar de internamiento terapéutico para un menor. Le toca hacerla a mi compañero Miguel Ángel por llevar el expediente. Viene a mi mesa…. me pregunta qué tiene que hacer…..yo vuelvo a apartar esa Pieza de Responsabilidad Civil a la que llevo meses sin saber cómo meterle mano porque no sé qué hacer……… y le ayudo.

 

28 de Mayo. Departamento de formación del IAAP Sector Justicia en los Servicios Centrales, Sevilla. Se abonan las retribuciones y dietas correspondientes al curso sobre la Ley del menor de Jaén del mes de Abril……. 1500 €.

 

No dejo de darle vueltas, me pregunto si una buena selección previa del alumnado, así como una programación del curso encaminada principalmente a que los destinatarios sepan y puedan “transferir” lo aprendido, no sólo a su desempeño laboral personal, sino también a hacer partícipes a sus compañeros de ese conocimiento adquirido, haría que ese dinero estuviera mejor invertido.

 

¿Por qué en el Sector Justicia asistimos, casi siempre, a cursos en los que los Jueces vuelcan su conocimiento en clases “magistrales” mientras brillan por su ausencia contenidos sobre la práctica diaria en Juzgados y Tribunales, sobre cómo hacer determinada actuación en el procedimiento? 

 

Considero que es una pregunta pertinente, pues no en vano, los funcionarios de Justicia no enjuiciamos, puesto que no somos jueces, no necesitamos aprender a hacerlo, nuestro trabajo es el derecho procesal. Nuestra labor es preparar y realizar todos los trámites necesarios, para que los jueces puedan enjuiciar y se cumplan sus resoluciones. Y a eso, en mi opinión, debería ir dirigida nuestra formación. 

 

Por este motivo, se echa de menos la presencia de compañeros, gestores procesales, tramitadores judiciales, que puedan aportar su granito de arena. Es decir, su conocimiento y su experiencia laboral diaria. No es difícil pensar que dentro de la Administración hay muchos profesionales que están más que preparados para impartir estos cursos y transmitir el conocimiento que necesitamos para nuestra labor cotidiana.

 

En definitiva, por favor, vamos a empezar a plantearnos una formación, en el ámbito de la Justicia, entre iguales. Una formación específica para funcionarios de Justicia que redunde en un resultado posterior en nuestro trabajo. No vamos a ser Jueces nunca (creo). 

Para enviar sugerencias, comentarios o colaboraciones, escribe a revista.iaap@juntadeandalucia.es

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