¿ESTAMOS PREPARADAS/OS PARA EL TELETRABAJO? Crónica de una Adaptación de Alarma

 

 

Lucía Quiroga Rey, Asesora Técnicad de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, nos anima a reflexionar sobre si estamos preparados para trabajar en casa. Posteriormente señala algunas opiniones de otros compañeros y compañeras sobre este mismo tema.

EL ORIGEN DE TODO

El COVID-19 fue notificado por primera vez en Wuhan (China) el 31 de diciembre de 2019

La Organización Mundial de la Salud declaró el 30 de enero de 2020 la emergencia en salud pública de importancia internacional ante la evolución del brote de SARS-CoV 2 (COVID-19). El 11 de marzo de 2020, eleva la situación de emergencia de salud pública, ocasionada por el COVID-19, a pandemia internacional.

En España, un Real-Decreto de 14 de marzo de 2020 declara el estado de alarma, con el fin de afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, afectando a todo el territorio nacional. Poco después, el Real-Decreto, de 27 de marzo, prorroga la declaración del estado de alarma hasta las 00:00 horas del día 12 de abril.

Centrándonos en el ámbito de los recursos humanos en nuestras administraciones, las primeras medidas que se toman hacen referencia, como no podía ser de otra manera, al personal sanitario, con una Orden del Ministerio de Sanidad de 15 de marzo, seguida de una Orden de 26 de marzo, por la que se adoptan medidas en materia de recursos humanos en el ámbito de los servicios sociales.

Por otra parte, cada Comunidad Autónoma va publicando su propia legislación sobre medidas preventivas y protocolos de actuación, para la protección de la salud pública en diferentes ámbitos.

En el caso de Andalucía, y siempre ciñéndonos al ámbito de los recursos humanos en nuestra administración pública, desde el 12 de marzo, mediante diversas resoluciones de la Secretaría General para la Administración Pública, se adoptaron un conjunto de medidas organizativas y preventivas en los centros de trabajo dependientes de la Administración de la Junta de Andalucía con motivo del COVID-19. 

Con ello se daba una primera respuesta de urgencia a la gravedad de la situación, permitiendo con carácter inmediato hacer frente a las necesidades de conciliación derivadas de la suspensión de las clases en centros educativos de la Comunidad Autónoma de Andalucía y minimizar los riesgos de contagio. Todo ello, mediante la reducción de las reuniones presenciales, de las actividades formativas y de los procesos selectivos de personal, y autorizando el teletrabajo en situaciones justificadas, así como la reorganización de turnos y estableciendo medidas preventivas para el personal que se encontrase en los grupos de riesgo. 

Nuestras Administraciones Públicas no estaban preparadas para una situación así y están atendiendo y resolviendo las situaciones sobrevenidas, como pueden, y siguiendo las lógicas prioridades de preservar, antes que nada, la salud de todas las personas. Pero el resto de actuaciones que se están llevando a cabo sobre la marcha, implantar el teletrabajo, por ejemplo, tal como escribí en otro artículo hace poco, evidencian una necesidad de replantearnos el papel eficaz y eficiente de nuestras Administraciones Públicas y la respuesta y excelencia de los servicios públicos que estaban ofreciendo hasta la llegada de esta crisis.

Pero más allá de todos los obstáculos tecnológicos, de que es evidente la ausencia de objetivos concretos y claros en nuestras tareas cotidianas, de la falta de planificación estratégica en todos los procesos de la Administración Pública, más allá de todas estas dificultades, en la Junta de Andalucía estamos teletrabajando, muchas personas estamos teletrabajando porque, una vez más, esto va de personas, de esas que, a pesar de todo, se reconocen como trabajadoras públicas, al servicio de la ciudadanía, su razón de ser. Hablamos de esas personas, muchas veces criticadas, las personas que trabajamos en las administraciones públicas, a las que, ni siquiera una crisis sanitaria, un estado de alarma, nos hace olvidar nuestra responsabilidad de servicio público.

¿ESTÁBAMOS PREPARADOS PARA TELETRABAJAR? 

Pues no, y mucho menos para hacerlo a la vez que se ha impuesto, por fuerza de causa mayor, el “quedarse en casa” todo el tiempo, ejerciendo, además, y a la vez, otros roles como el de tele-padres y madres, tele-educadores, tele-acompañantes de nuestras personas mayores, y realizando actividades a las que no estábamos acostumbrados, al menos de esta forma: tele-deporte, tele-ocio, tele-relaciones sociales y tele de todo… 

¿Estábamos preparados? Pues no, pero una vez más, las personas que trabajamos en las Administraciones Públicas en general, y las que lo hacemos en la Junta de Andalucía, en particular, estamos demostrando que nuestro compromiso y nuestra implicación con el servicio público, siempre, pero ahora más acelerado y acentuado, nos está obligando a aprender muchas cosas nuevas sobre la marcha, a adoptar comportamientos que quizá nunca creímos ser capaces de desarrollar, a ser muy flexibles, muy generosos con nuestras horas del día. Y lo estamos haciendo, sin instalarnos en la queja, movidos por ese ansia de ayudar. Y también estamos aprendiendo a colaborar, a tejer redes y a compartir conocimiento. Todo eso estamos aprendiendo y entrenando cada día. Nuestro objetivo: no fallarle a la ciudadanía, esa a la que servimos, aunque, muchas veces, no solo no se nos valore, sino que se nos critica. 

Con este panorama, y a pesar de todo esto, estamos teletrabajando como podemos, con las herramientas que tenemos y con voluntad, con mucha voluntad. Cuando esta crisis pase, ya nada será igual, pero habrá que acordarse y no volver a la casilla de salida. Que nadie se olvide, por favor, sobre todo, ¡aviso! a las personas que tienen la capacidad de decidir sobre estos temas: que no se olviden de que un día teletrabajamos y lo hicimos, y lo hicimos todo lo bien que las circunstancias nos permitían y requerían. 

¿Os imagináis lo que conseguiríamos con una buena planificación y racionalización aplicada al teletrabajo? Aprendamos de la experiencia, recojamos lo bueno, que algo habrá habido, y corrijamos los errores, que también los habrá habido, pero ¡no volvamos a la casilla de salida!

ANEXO A LA CRÓNICA: Algunos testimonios reales de personas de la Junta de Andalucía que están teletrabajando desde el 16 de marzo

(Testimonios recogidos tras la emisión del webinar “Introducción al Teletrabajo” (20 de marzo de 2020) del Programa “Empieza el día con el IAAP” y de los comentarios realizados en un foro sobre Teletrabajo (del 22 al 28 de marzo) abierto en el MOOC del IAAP “Dirección Pública: introducción”.

  • “Ahora es cuando nos damos cuenta de lo valioso que es disponer de un PC o portátil en casa, así como conexión a Internet. No todo el mundo dispone de ello y eso que estamos en plena era digital”.
  • “Estamos más preparados de lo que nos pensamos y creo que es una gran oportunidad”.
  • “Estoy un poco frustrada, ya que, de momento, solo se puede instalar la VPN para 7 personas del Servicio y a mí no me han cogido y en estos momentos de tanta necesidad quería aportar más que nunca mi trabajo desde casa”.
  • “¿Estamos preparados?. No lo sé, pero el espíritu de supervivencia del ser humano ante situaciones difíciles hace que podamos con todo. Podremos, pero hubiese sido mejor poco a poco”.
  • “Por ahora y toco madera, el teletrabajo me va bastante bien. Salvo algunos problemas puntuales sin demasiada importancia, la conexión está siendo buena y casi puedo hacer todo lo que normalmente hago en mi puesto de trabajo en la Consejería”.
  • “Creo que la mejor forma es la combinación entre ambas modalidades, la verdad. Es importante el contacto con las personas”.
  • “La verdad es que estoy estrenándome en esto del teletrabajo, y es de locos”.
  • “Me he dado cuenta de que requiere, en primer lugar, de un esfuerzo planificador por parte de los líderes de equipo mucho más fino y mejor detallado que en el trabajo presencial, donde es fácil corregir las posibles disfunciones”.
  • “Debemos adaptarnos a las nuevas circunstancias; el ser humano posee una gran capacidad de adaptación y afrontamiento de situaciones nuevas”.
  • “No a todo el mundo le gusta esta opción, ya que hay personas que prefieren realizar sus tareas en un entorno típico de oficina, rodeados de un equipo humano y llevando a cabo reuniones presenciales, algo que, por supuesto, es totalmente respetable”.
  • “El teletrabajo y su adaptabilidad no son tan sencillos como parecen. En realidad, exigen un proceso de planificación previo, porque sin la estrategia adecuada no será posible obtener el máximo provecho de las iniciativas de todos los miembros de un equipo de trabajo”.
  • “Todo ha sido empezar y reprogramarse”.
  • “¿Quién iba a decir que esta crisis sería el gran “banco de pruebas” del teletrabajo?”.
  • “Debemos plantearnos seriamente si esta posibilidad de teletrabajar en la Administración Pública es factible y se puede implantar y no nos olvidemos de ello hasta la siguiente pandemia”.
  • “El teletrabajo se va a imponer a la fuerza en pocas semanas, y ya nada será igual”.
  • “La ventaja de teletrabajar al menos un día a la semana en la Junta de Andalucía comporta beneficios difíciles de ignorar. Debemos todos hacer un esfuerzo para conseguir teletrabajar con eficacia, pues los beneficios son abrumadores”.
Para enviar sugerencias, comentarios o colaboraciones, escribe a revista.iaap@juntadeandalucia.es

¿Qué te parece? ¿Estamos preparados para trabajar desde casa? En los distintos artículos de este número especial de EnRed@2.0 puedes encontrar más información sobre otros aspectos de este tema.