Administración Sostenible

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Por Ángel Barroso Chico.

Servicio de Informática.
Consejería de Presidencia, Administración pública e Interior.

Se preguntarán ustedes cómo es posible que se cambien con cierta frecuencia las impresoras en sus respectivas Consejerías o Empresas Públicas a pesar de que estas aún funcionen correctamente, ¿verdad? O por qué los periféricos de sus ordenadores se compran en el catálogo de bienes homologados a un precio sensiblemente diferente al que tendría si se adquiriesen en una tienda de informática, un gran almacén y no digamos ya por internet, ¿no?

Respecto al uso de papel reciclable creo que ya nadie duda de los motivos por los que se ha optado por ello a la hora de imprimir documentación: LA SOSTENIBILIDAD.

Pero, ¿qué es la “sostenibilidad”?

En ecología, sostenibilidad, se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación de estos. En general se trata de satisfacer las necesidades de las actuales generaciones sin comprometer las posibilidades de las futuras generaciones para atender sus propias necesidades.

Los tres pilares que se relacionan en el Desarrollo Sustentable son:

  • La economía.
  • El medio ambiente.
  • La sociedad.

¿Y cómo afectan estos factores a la administración?

La administración pública es la encargada, mediante políticas sociales, de gestionar, crear y procurar las condiciones adecuadas para que la vida de sus ciudadanos se desarrolle bajo parámetros que favorezcan un clima de satisfacción y mejora continua de la calidad de vida de sus administrados. Por ende, Economía, Sociedad, Medio Ambiente y Políticas Sociales/Administración están claramente ligadas en conjunto.

Prueba de ello es la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible 2030, que es el plan estratégico que la Junta de Andalucía ha elaborado, orientado a dar respuesta integrada a sus problemáticas asociadas.

Sí… todo muy teórico, muy altruista, muy bien intencionado… una concepción muy loable y digna, pero… ¿En qué se traduce todo esto?

Podría escribir una laaarga disertación filosófica y/o técnica hablando de las virtudes, aspectos e implicaciones de la “Sostenibilidad” en sus diferentes acepciones. Pero como informático, especializado en el mundo de las tecnologías de la información (TIC), voy a intentar responder a las preguntas que planteé en la introducción de este artículo centrándome en el marco de la sostenibilidad.

Glosario.

Van a escuchar, sino ahora si en poco tiempo, una serie de términos que definen y permiten establecer parámetros medibles acerca de los trabajos necesarios para alcanzar la “Sostenibilidad”.

Algunos conceptos básicos son:

  • ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible. Son 17 objetivos y 169 metas propuestos por las Naciones Unidas como propósitos del desarrollo humano incluyendo esferas como el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible, la paz y la justicia, entre otras prioridades
  • PEDSA: Plan Estratégico de Sostenibilidad Aplicado. Define un conjunto de actuaciones que permiten integrar en la estrategia de la organización objetivos concretos y acciones específicas hacia un desarrollo sostenible y global, mitigando los impactos/costos inherentes a su aplicación.
  • Huella de Carbono: Se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalentes, y sirve como una útil herramienta de gestión para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar nuestras emisiones, cómo podemos mejorarlas y realizar un uso más eficiente de los recursos.
  • Análisis del ciclo de vida del producto: Es un proceso objetivo que nos permite evaluar el impacto ambiental asociado a un producto, proceso o actividad, desde la extracción de materias primas hasta el uso y fin de vida del producto, una vez que éste ha sido desechado.

Veamos cómo se aplican a nuestro caso, un pliego para adquisición de nuevas impresoras, donde verán estos conceptos aplicados/resaltados en el ejemplo.

Ejemplo – Pliego para adquisición de nuevas impresoras

Internamente la impresora utiliza un “no tan pequeño” procesador para interpretar el lenguaje de impresión (normalmente PCL), controlar la parte mecánica y realizar la impresión en sí. Pues bien, ese procesador utiliza un determinado número de ciclos de reloj para ejecutar los algoritmos de impresión, que a su vez consumen milivatios de electricidad, lo que tiene asociado el costo de su consumo eléctrico. Multiplicado por las miles de páginas/operaciones que realiza a lo largo de su ciclo de vida supone un incremento en el consumo global tanto económico como de su huella de carbono necesarios para ejecutar los trabajos requeridos. Reducir el tamaño de los transistores repercute directamente en el tamaño final que tendrá el procesador. Además, reducir el tamaño de los transistores nos otorga mucho más rendimiento, menor disipación térmica y mayor ahorro energético. Por este motivo, las compañías siempre intentan reducir al máximo el tamaño de los procesadores, ya que se resume en más rendimiento, mayor eficiencia y menor tamaño.

Pero el análisis del ciclo de vida del producto no se reduce a la vida operativa de la impresora, sino tanto al desarrollo y fabricación de esta como, cuando se da de baja del inventario de la organización, a su reciclaje y/o eliminación física. Me explico. Para fabricar la impresora y su procesador es necesario tener en cuenta los recursos empleados para producirlos, como la extracción de tierra raras, el trabajo de diseño del procesador en sí, la fabricación de las obleas de los chips, etc. Igualmente podríamos decir lo mismo sobre los plásticos de las carcasas y otros componentes mecánicos de la impresora. ¿Pero qué me dicen de cuando muere el dispositivo y se da de baja del inventario? Tanto su proceso de destrucción, el reciclaje de sus componentes o cartuchos o incluso su reacondicionamiento para su reutilización tienen impacto económico/medioambiental.

En resumen, todos estos factores tienen un costo asociado y huella de carbono que es necesario tener en cuenta, medir y valorar mediante criterios objetivos de cara a la adquisición correspondiente al pliego que estamos tratando. Hay software que nos ayuda a ello, como por ejemplo PaperCut MF, que suele ofertarse como paquete de control de impresión en las distintas licitaciones que hacen los proveedores de soluciones de impresión a la Junta de Andalucía. Genera reveladores resúmenes ejecutivos que valoran el impacto medioambiental en árboles consumidos, Kg de Co2 y equivalencias de horas de bombilla de luz. 

Una impresora tecnológicamente más moderna, con un procesador más rápido, pequeño y de menor consumo y, en general, un producto de fabricación más respetuosa con el medio ambiente repercute claramente en un menor coste global del proceso de impresión. Es un hecho demostrable, medible y deseable. Vemos pues que aparte de la obsolescencia, una nueva generación de impresoras a la larga redunda en un beneficio económico claro.

Verificar que los ODS se cumplen requiere trabajo, tiempo y, por ende, coste, lo que como consecuencia puede parecer que encarece el precio del producto final, pero puestos en la balanza los costes puntuales frente a los beneficios globales, el resultado es incuestionable. Por otra parte, adquirirlos a empresas certificadas del Catálogo de bienes homologados, garantiza (o debería garantizar) que los productos que estas ofertan se atienen (o deberían) a normas y reglas de sostenibilidad.

Conclusiones.

Como verán (y pueden intuir), hilando fino y aplicando criterios de sostenibilidad recursivamente se puede llegar a un nivel de reducción de costos, y emisiones de carbono insospechados.

Disculpen que insista… Es más, si el conjunto de la propia tramitación del posible pliego del que estamos tratando se hace de manera electrónica, evitamos la impresión de cantidades importantes de papel tanto por la propia administración como por las empresas ofertantes, contribuyendo además a la reducción de la huella de carbono.

Para los ejemplos que propuse al principio del artículo aplicado añadí además un periférico tan común y un simple ratón de PC o una webcam para su equipo de teletrabajo. Para ellos se podrían hacer consideraciones similares a la que he expuesto antes, pero como no quiero extenderme más en este artículo así que les dejo como ejercicio el imaginar como “sostenibilizar” su adquisición.

La Junta de Andalucía está inmersa en un proceso de toma en cuenta y aplicación de criterios de sostenibilidad en todo aquel ámbito que revierta en beneficios para la sociedad. Está comprometida con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y está elaborando planes estratégicos de sostenibilidad aplicados (PEDSA) a múltiples terrenos, patrocinados por la Agenda 2030. Confío en que no pierda fuelle esa carrera que ha emprendido, y que se vea respaldada por el resto de los organismos y proveedores que componen el ecosistema de la administración pública.

Ya saben que me gusta apostillar con alguna moraleja o proverbio. Para el caso que nos ocupa decían los indígenas americanos que: 

La tierra no es herencia de nuestros padres, es un préstamo de nuestros hijos”.

Dejémosles un mundo mejor.


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