12 meses 12 causas
12 MESES 12 VALORES/PRINCIPIOS EN LAS AAPP
Hola buenos días, de manera espontánea decidimos comenzar algo, no sé si os suena una campaña de TV que se llamaba 12 meses-12 causas, pues relacionado con la Ética, iniciamos 12 Meses-12 Valores/Principios en las AAPP.
No vamos a entrar a diferenciar Valores y Principios, lo que sí queremos es que esos Valores/Principios que propongamos para que sea el protagonista del mes sea algo cercano a nosotros, algo que "incluso se puede tocar", no teoría, ni libros blancos, ni códigos éticos....que quedan muy bien en las estanterías. Y además queremos que los mismos nazcan desde las propuestas de las personas que conforman la organización, lo ideal es que ese Valor/Principio lo conozcamos de primera mano y ponemos ejemplos para ello; pero también podremos proponer aquéllos de los que adolece nuestra organización y creemos que deberían estar presentes en nuestro trabajo diario.
No es un asunto baladí, pero necesario en toda organización que se precie, y en las AAPP más aún.....Abanderar un Valor/Principio durante un mes nos hará recordar cuestiones importantes, tanto para las personas que trabajamos diariamente en la Junta de Andalucía, como para la propia organización.
Cada mes haremos una puesta en común para elegir el Valor y/o Principio del mes, para este mes de febrero ya la hemos realizado, y ha salido ganador un “tridente potente” Flexibilidad-Gestión del Cambio-Resiliencia.
Febrero, Flexibilidad-Gestión del Cambio-Resiliencia.
Os invito a que traigáis a este documento abierto y colaborativo ejemplos propios, o de terceros, o incluso propuestas a los RRMM, etc. relacionados con este tridente. Seguro que tendremos algunos ejemplos, y además en los últimos tiempos que estamos viviendo de adaptabilidad absoluta seguro que sí......Ya sea en forma de mensaje escrito, en formato de podcast, en vídeo, etc....en el formato que os apetezca vamos a poner ejemplos de Flexibilidad-Gestión del Cambio-Resiliencia, y si no nos viene alguno a la cabeza pues hagamos propuestas del por qué creemos que es necesario que estos Valores/Principios formen parte de nuestra Ética Profesional y Personal como EEPP.
Comenzamos…….
Bueno, comienzo yo, Pedro García Conde:
Trabajo en la Junta desde hace unos años, y he pasado por unos cuantos puestos de trabajo y Delegaciones Provinciales y/o Territoriales, la adaptabilidad forma parte de mí andadura laboral, y por tanto la Flexibilidad-Gestión del Cambio-Resiliencia también. Trabajamos en una organización que para muchos de nosotros si queremos promocionar tenemos que Adaptarnos, y no sólo por la promoción sino por uno mismo en no anclarse en unas tareas determinadas y poder hacer cosas distintas en momentos distintos de nuestra vida…..podría estar escribiendo situaciones de Adaptabilidad durante bastante tiempo, pero no quiero acaparar más allá de una pequeña introducción a esto que comenzamos; creo que la propia vida es Adaptabilidad y con ello se nos requiere el tridente que presentamos como primer reto…..y Qué decir de Adaptabilidad en los tiempos que corren, lo que ha hecho el covid19, no somos balsas de aceite que no fluctuan, nos movemos y para ello necesitamos de este Valor/Principio. Además para la propia organización, sea cual fuere, la defensa de este tridente es importante porque podrá hacer que las personas generen sus mejores capacidades para el bien común, considerando y haciendo que lo que ofrece este valor/principio es una Ventana que se abre con oportunidades de cambio y de mejora. Una organización que abandere Flexibilidad-Gestión del Cambio y Resiliencia, será una organización que está en contacto con la realidad, y que no se ancla a un status quo y para ello gestiona recursos de una manera activa,empática y reflexiva.
Soy Óscar Valencia Quintana. Un contagiado del innovirus-14. Comparto unos enlaces a vídeos interesantes,alguno bastante conocido por muchxs, pero que creo merecen la pena visionarlos más de una vez.
-Alex Rovira: Píldora de resumen
https://www.youtube.com/watch?v=rsztkM2V2SQ
-Boris Cyrulnik: versión completa
https://www.youtube.com/watch?v=_IugzPwpsyY
-El bambú japonés, mi amuleto personal:
https://www.youtube.com/watch?v=IXmPG-iLLw8
Me presento. Soy Jose Puerta, como Pedro y muchas más personas que trabajamos en la Administración pública y que adoramos nuestro trabajo, estoy convencido que la función principal del mismo es mejorar la vida de los demás ayudando a resolver sus problemas (distinto del concepto de funcionario que sólo sabe crearlos y que también los hay como en todos los ámbitos de las relaciones humanas). También he pasado por bastantes puestos de trabajo, unos más parecidos a otros y la gran mayoría con contacto directo hacia la ciudadanía, por eso entiendo que nuestra función es para ella.
En todos y cada uno de los puestos de trabajo desempeñados, la adaptabilidad por medio de la flexibilidad y con el convencimiento de que así debe ser, he intentado ofrecer lo mejor que podía, y si alguna veces no ha podido ser, he admirado en quien tenía a mi alrededor la capacidad de sobreponerse para avanzar en los objetivos de la misión que tenemos encomendada. En uno de mis últimos puestos desempeñados, trabajando en protección de menores, he podido ver la habilidad innata de los más pequeños para adaptarse a las adversidades y aprender a vivir con ellas, amando incluso sus pequeños placeres dentro de sus muchas dificultades. Cuando han visto la posibilidad de que otra vida es mejor, se han adaptado milagrosamente, acogiendo con una sonrisa lo que no esperaban y adaptándose con ilusión a lo que siempre el futuro puede ir ofreciendo.
El futuro de la Administración pública, el de nuestra Junta de Andalucía, lo podemos crear entre nosotros y desde nosotros, y si nos sobrepasa la actualidad, crearemos una administración mejor, si no para la inmediatez del ahora, sí para los que vengan y sobre todo para todas y cada una de las personas a las que nos debemos.
Soy Lucía Quiroga, actualmente trabajando como Asesora Técnica en la Delegación del Gobierno en Málaga. Para mí, decir Flexibilidad-Gestión del Cambio y Resiliencia, me provoca, sobre todo, un mar de emociones que siempre he tratado de manejar en pro de mi organización, pero, antes que nada, en pro de las personas con las que he trabajo. Y por supuesto, nada de eso hubiera sido posible, si no lo hubiera aplicado primero a mí misma. He trabajado desde varias “posiciones” en nuestra Junta de Andalucía; he sido desde puesto base, hasta Secretaria General en una Delegación, pero nunca, nunca, he olvidado que la flexibilidad, la gestión del cambio y la resiliencia, como parte de la adaptabilidad, son valores que deberían estar en la médula de los equipos y, por tanto, de nuestras organizaciones. Nunca me he dejado llevar por la apatía y he procurado que las personas que trabajaban a mi lado y con las que yo trabajaba a su lado, supieran el por qué de su hacer, supieran que, a pesar de las dificultades, todo tenía siempre una manera diferente de hacer, que podían opinar, aportar y proponer. Y que si algo salía no del todo bien, para eso estaba una buena gestión del cambio. Y que para seguir trabajando con toda esa ilusión que no debe faltar nunca, el trabajar la resiliencia, siempre como parte importante de nuestro crecimiento, era también una parte fundamental del entrenamiento. Y ahí sigo, siempre que puedo, que podré, claro, porque sin flexibilidad, sin saber gestionar los cambios y sin entrenar la resiliencia, no será fácil avanzar hacia una organización, una Junta de Andalucía, eficaz, eficiente, pero, sobre todo, feliz porque las personas que en ella trabajan se lo creen…
Claudio Bonilla, en la actualidad Asesor Técnico en Servicio Andaluz de Empleo. Voy a hacer algo contrario a lo que se podría esperar en estas líneas. Así que me apunto a dar mi visión sobre la R-I-G-I-D-E-Z, como contravalor opuesto a esos comportamientos deseables relacionados con la FLEXIBILIDAD. Puedo asegurar que todos los lectores de este texto y por supuesto yo mismo, hemos vivido con frecuencia en nuestro ámbito laboral situaciones que percibimos como rígidas e inflexibles. Personalmente, me resulta más sencillo fijarme en la rigidez personal o cognitiva y por supuesto organizacional que en la flexibilidad. Para mí la flexibilidad pasa más desapercibida. Generalizando, creo que la ciudadanía puede igualmente ser más sensible a situaciones de rigidez en sus relaciones con las distintas Administraciones, lo cual seguramente afecta al nivel de "calidad percibida". Y en relación con esto me viene a la memoria la rigidez que imponen por ejemplo, los procedimientos telemáticos y la exclusión que generan en algunos colectivos. Pero...cómo podríamos balancear esta relación entre rigidez-flexibilidad para mejorar esa calidad percibida?
Jerónimo Vivas, actualmente trabajando en la Consejería de Hacienda y Financiación Europea, edificio Torretriana, participando en la gestión del registro de mediadores de seguros:
Hoy escuchaba las noticias camino del trabajo, como muchas mañanas. Como muchas mañanas ese bombardeo ametrallador de información, al estilo de radio nacional, me aturde: es difícil atender a tanto y a tantos problemas, algunos de los cuales no están a nuestro alcance inmediato. Tenía la sensación, como ya otras veces de estar viviendo tiempos convulsos, a veces parece que nada está realmente bien. Como diría irónicamente Terry Pratchet: vivimos tiempos interesantes.
En medio de todo esto, en el caso de que lo percibamos así, ¿Qué podemos hacer para conservar la claridad mental? ¿Para ser capaces de intervenir con sensatez? ¿Para no caer en el desconcierto y aportar aquello que podemos y debemos aportar?
En mi opinión, después de reflexionar sobre la resiliencia estos días, existen 3 claves:
La primera sería una cierta confianza en que las cosas pueden y deben ir mejor, y que está en nuestra mano ayudar, o estorbar. Esto ocurre cada día. No somos perfectos, nos equivocamos, pero debemos coger todas nuestras opciones, nuestros recursos y ponerlos en marcha, haciendo por superar los obstáculos. Creo que para mantenerse en esa dinámica es necesaria esa cierta confianza, que podría llamarse optimismo, o esperanza.
La segunda sería una intensa valoración de la vida de las personas, ¿Por quienes trabajamos? como servidores públicos que somos ¿Qué nos mueve? Creo que esto sería una señal que siempre tenemos que volver a sintonizar, porque puede que en nuestro quehacer diario encontremos ruido, interferencias, que, como no somos perfectos, sean capaces de desviarnos. ¿Es necesario cumplir el horario? ¿Hasta donde podemos relajarnos haciendo la tarde? ¿Cuanta dedicación merece esta tarea, o aquella otra, si no están todas las condiciones que la hacen cómoda? ¿Hasta donde puedo sostener una situación complicada? ¿Estoy dispuesto a defender una idea? Creo que conservar en nuestra mente para quien trabajamos puede ayudarnos a contestar esas preguntas y muchas otras, y hacernos personas más valiosas para la sociedad y los que nos rodean.
Por último creo que una cualidad que podemos aportar es la flexibilidad, o adaptabilidad. Como decimos en mi grupo de trabajo, a veces es necesario ser “barro fresco”, estar dispuesto a aceptar cambios, giros del guión, ideas u opiniones de otros. Estar dispuestos también a retirar obstáculos, aquellos que están de mi parte. Recogiendo una idea de Ghandi: “sé el cambio que quieras ver en el mundo”. También me da la impresión en estos días que no es bueno un exceso de planificación, y que deberíamos entregarnos más al proceso, al acontecimiento de lo cotidiano y a la aportación de los demás, y que esto nos requerirá una sana disciplina.