Cada 23 de junio desde 2002 se celebra el Día Internacional de la Administración Pública, designado así por la Asamblea General de Naciones Unidas como el día para resaltar el aporte de valor que el servicio público ofrece a la ciudadanía.

Es un día para reconocer la contribución como servidores públicos al desarrollo social, a la calidad de vida de la ciudadanía y su participación en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Este año, el Public Service Day tiene como lema “Innovar la futura Administración pública: nuevos modelos de gobierno para una nueva era”, y este lema en InnovAnda nos ilusiona, nos motiva y nos hace sonreír, porque queremos ser un referente en estos nuevos modelos de administración innovadora.

Ni qué decir tiene que durante el último año vivido, la pandemia por COVID-19 nos ha lanzado de lleno a unos cambios que no terminaban de producirse, aún yendo de la mano de la llamada “revolución digital”, de la Ley 39/2015 y de sus correspondientes prórrogas.

Desde hace años hablábamos de administración electrónica, de transformación digital, de servicios virtuales, de gestión de datos, de teleasistencia, de teletrabajo y parecía que nunca iba a llegar… hasta que viene un virus y nos obliga a ponernos las pilas.

Con la urgencia del momento, la falta de recursos en la mayoría de los casos y las grandes necesidades surgidas a la ciudadanía hemos visto cómo, desde todos los ámbitos de la Administración pública, se han retorcido los mimbres con los que trabajábamos hasta el momento, se han ideado nuevas formas de trabajar, se han optimizados procesos, se ha improvisado, probado, intentado y logrado mantener el servicio.

Hemos comprobado que somos capaces de hacer más y mejor con poco y menos, que podemos hacerlo, que el gen innovador está en nosotros y podemos dejarlo salir para contribuir a las necesidades de nuestro trabajo diario, las de compañeros y compañeras y las de la ciudadanía.

Y por todo ello creemos que en InnovAnda no vamos desencaminados cuando creamos esta comunidad y nos embarcamos en este viaje.

La tecnología impulsará la innovación, de eso no cabe duda, pero lo principal es que esa tecnología debe ser guiada por quien conoce los procedimientos, sabe donde están sus fallos y cómo se pueden mejorar

El algoritmo para analizar los datos públicos debe ser diseñado por quien tiene vocación de servicio público, conoce las demandas ciudadanas y las políticas públicas y no por empresas privadas.

Las soluciones digitales habrán de ser propuestas, testadas y usadas por quien atiende a esa ciudadanía para el beneficio y la comodidad de la sociedad en general.

Queda por tanto mucho camino por hacer y grandes retos que encarar, pero desde aquí andamos con ilusión en ello y hemos decidido remangarnos y ponernos manos a la obra.

La sociedad a la que damos servicio cambia y la Administración debe cambiar con ella, nosotros vamos a meter el hombro, ¿y tú? ¿te apuntas?

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