La innovación, entendida como el proceso de transformar ideas en valor real, ha sido tradicionalmente asociada a la creación de nuevos productos, tecnologías o servicios. En la actualidad, el concepto ha evolucionado para abarcar no solo la invención, sino también la mejora continua de procesos existentes, con un enfoque en la adaptabilidad y la inclusión. En este marco, la perspectiva femenina ha demostrado ser un motor clave en el impulso de cambios significativos en el ámbito laboral y social, promoviendo una mayor autonomía para las personas y fomentando el desarrollo de iniciativas transformadoras.
Mª Teresa (Mayte) Periáñez Vega ha sido jefa de planificación y gestión de RRHH en el Servicio Andaluz de Empleo, es una de las voces que lideran esta visión. En su intervención durante la mesa redonda “Impulsando el futuro: Mujeres que lideran la innovación”, organizada por InnovAnda (ver aquí), destacó el papel fundamental que juegan las mujeres en el diseño y desarrollo de iniciativas tecnológicas que empoderan a las personas demandantes de empleo, facilitando su autonomía y mejorando su integración en el mercado laboral.
Mujeres al frente de la innovación: un enfoque inclusivo y colaborativo
Hoy en día, las mujeres no solo están rompiendo barreras en sectores tradicionalmente dominados por hombres, sino que también están redefiniendo la manera en que concebimos la innovación. Desde la creación de laboratorios de ideas, hasta la implementación de programas de capacitación basados en realidad virtual. Las iniciativas lideradas por mujeres no solo se centran en el desarrollo tecnológico, sino también en la formación y el empoderamiento personal.
Un ejemplo claro de esta transformación es el uso de herramientas tecnológicas avanzadas, como los perfiles estadísticos que mencionaba Mayte en su intervención. Estas herramientas permiten a quienes ocupan puestos técnicos de empleo, ofrecer una orientación más precisa y personalizada, basada en las competencias transversales de los y las
demandantes. De este modo, se optimiza el proceso de búsqueda de empleo y se facilita la conexión entre el talento disponible y las demandas del mercado laboral.
En un entorno laboral cada vez más complejo y competitivo, estas innovaciones no solo ofrecen soluciones prácticas, sino que también promueven un cambio cultural en el que la colaboración y el intercambio de conocimientos son esenciales. Las mujeres que lideran estos procesos comprenden la importancia de crear un ambiente de trabajo inclusivo, donde cada voz sea escuchada y cada habilidad valorada.
Innovación tecnológica al servicio del empleo
Uno de los pilares de la innovación en el ámbito del empleo es el uso de tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia y efectividad de los servicios. Herramientas como el perfil estadístico, que permite identificar las competencias clave de demandantes de empleo, están transformando la forma en que los servicios públicos abordan la búsqueda de empleo. Al definir perfiles ocupacionales basados en competencias transversales, se facilita una orientación más precisa, adaptada a las necesidades del mercado laboral en constante evolución.
Este tipo de innovación no solo beneficia a demandantes de empleo, sino también a las empresas, que pueden acceder a un talento mejor alineado con sus necesidades. La tecnología, en este sentido, actúa como un puente entre la oferta y la demanda, optimizando los procesos de selección y mejorando la calidad del servicio público.
Desafíos en el camino hacia la innovación
A pesar de los avances, el camino hacia la innovación no está exento de obstáculos. La resistencia al cambio por parte de profesionales y organizaciones sigue siendo una barrera significativa. La implementación de nuevas tecnologías y procesos requiere una gestión del cambio efectiva, que incluya planes de sensibilización y formación para personas empleadas.
En este sentido, la comunicación y el trabajo en equipo son fundamentales. Es imprescindible que las organizaciones fomenten una cultura de apertura y receptividad hacia la innovación, donde los y las trabajadoras sientan que forman parte activa del proceso de transformación. Tal como mencionó Periáñez Vega, la innovación no es solo una cuestión de tecnología, sino también de personas. La clave del éxito reside en la capacidad de las organizaciones para adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades que estos ofrecen.
El impacto de la innovación femenina en la sociedad
El avance de las mujeres en el ámbito de la innovación es un reflejo del progreso de la sociedad en su conjunto. La incorporación de la perspectiva femenina en el desarrollo de nuevas soluciones no solo promueve una mayor equidad en el entorno laboral, sino que también genera un impacto positivo en la comunidad en general. Al impulsar iniciativas que favorecen la autonomía y el empoderamiento de las personas, las mujeres están contribuyendo a la creación de un mercado laboral más inclusivo y adaptado a las necesidades de la sociedad actual.
Es importante destacar que la innovación no es un esfuerzo individual, sino colectivo. Cada paso que se da hacia la mejora de los procesos y la creación de nuevas ideas tiene un impacto significativo en el bienestar de la comunidad. La colaboración entre distintos sectores, desde la educación hasta la investigación, es esencial para garantizar que la innovación siga siendo una fuerza transformadora en la sociedad.
En conclusión, la innovación desde la perspectiva femenina no solo está impulsando cambios significativos en el ámbito laboral, sino que también está contribuyendo a la creación de una sociedad más equitativa y autónoma. Las mujeres que lideran estos procesos están demostrando que la innovación no es solo cuestión de tecnología, sino de empoderar a las personas y generar un impacto real en la vida de las comunidades.
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@SAEmpleo @may_peri