Page 184 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
P. 184

EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
 La posibilidad de establecer un régimen de aprovechamiento racional de determi- nados recursos naturales con gran capacidad de impulsar procesos de desarrollo endógeno o local es un buen ejemplo de ese papel de las políticas ambientales. Una consideración similar podría hacerse respecto al esfuerzo inversor que se puede generar desde unas actuaciones beneficiosas para el Medio Ambiente como son las de corrección de déficits ambientales a través de la mejora de equipamientos e in- fraestructuras. Esto está suponiendo un estímulo más para la emergencia de nuevos sectores industriales relacionados con el Medio Ambiente, que ya han sido conside-
109 rados prioritarios en el marco del Programa Industrial de Andalucía .
Dentro de las iniciativas relacionadas con el intento de mejorar el trato hacia lo
medioambiental, con gran proximidad al desarrollo de las actividades agrarias, es
110
interesante destacar la Carta del paisaje mediterráneo , firmada bajo los auspi-
cios del Consejo de Europa, por las regiones de Andalucía, Languedoc-Roussillon y Véneto, el día 2 de julio de 1993, en Siena. Posteriormente, fue refrendada por la XXI Asamblea General de la Conferencia de las Regiones Periféricas y Marítimas, durante su celebración los días 14 y 15 de octubre de 1993 en Saint-Malo. En el preámbulo de la misma las partes firmantes hacen la siguiente declaración:
agricultores (ecológicos), como los propietarios de grandes extensiones de olivar o frutales, son una fuente de trabajo para muchas familias, a las que contratan, bien en época de recolección, bien durante todo el año”.
Ibidem. Pág. 57.
109 “El Gobierno Andaluz y los agentes sociales y económicos, en el convencimiento de que la política industrial es un elemento esencial para garantizar un crecimiento económico equilibrado y sostenido, y de que un sector industrial fuerte y competitivo es para Andalucía la mejor garantía de desarrollo y generación de empleo, estiman necesario una apuesta decidida por la industria andaluza, que permita potenciar, modernizar y diversificar el sector”.
Con esta declaración la Comunidad Autónoma de Andalucía pone en marcha el primer Programa Industrial de Andalucía, al que el Gobierno Andaluz destina, para su realización y durante el período 1993-96, la cantidad mínima de 70.000 millones de pesetas en actuaciones directas en el sector industrial, con crecimientos anuales del 9% aproximadamente durante el periodo de vigencia. Esta dotación va dirigida a actuaciones tales como acciones destinadas a la modernización tecnológica, la ordenación y promoción industrial, el fomento a la minería, la promoción del tejido industrial, la potenciación de los espacios de innovación y desarrollo tecnológicos, la mejora de la competitividad, fórmulas de cooperación empresarial, etc.
110 “Los factores ambientales constituyen un marco de referencia singular para el desarrollo del mundo rural. Algunos factores importantes, más que reconocibles como limitantes, como se hace con frecuencia, pueden entenderse en el Mediterráneo como elementos inspiradores de un inteligente desarrollo histórico de las actividades agrarias, que han constituido respuestas adaptativas a aquel marco. La configuración resultante del paisaje; la conservación de procesos ecológicos clave (ciclo ecológico, formación de humus, etcétera); la búsqueda de un rendimiento óptimo, pocas veces maximizado; la utilización de la diversidad biológica y el valor que cada vez más insistentemente se reconoce a todo ello justifican el tener presentes las actividades tradicionales y no olvidar las indígenas en lo que tienen de utilidad en la aplicación de las técnicas más modernas”.
DÍAZ PINEDA, F.: “Diversidad biológica y conservación de la biodiversidad”. En Diversidad biológica y cultura rural en la gestión ambiental del desarrollo. Edición coordinada por DÍAZ PINEDA, F.; MIGUEL, J. M. de y CASADO, M. A. MultiMedia Ambiental, S. L. y Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 1998. Pág. 44.
 184
 



















































































   182   183   184   185   186