Page 455 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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III. ESTUDIO DE CASO
paralelas. Al presentar las propuestas de reforma en 1991, la Comisión Europea apostó porque la única opción viable a largo plazo para la agricultura comunitaria residía en una política de precios más competitivos. Sólo de esta manera podría la Comunidad hacer frente a la inevitable competencia de los mercados mundiales. El proceso de reforma se dirige, pues a estimular a los agricultores para que re- duzcan la utilización de métodos de producción intensiva, disminuyendo así las consecuencias sobre el Medio Ambiente y la producción de excedentes.
“La forestación de tierras agrarias en España supone un cambio estructural en las explotaciones, ya que parte de las superficies que se dedican a culti- vos excedentarios pasarán a dedicarse a la actividad forestal, compensán- dose a los agricultores por la pérdida de renta que se les ocasiona. Este plan de forestación no sustituye a la política forestal, de objetivos más amplios. La financiación se distribuye entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ali-
4 mentación, las Comunidades Autónomas y el Feoga-Garantía de la U.E.” .
Tras más de un año de debates y negociaciones, el Consejo de Ministros adopta formalmente en junio de 1992 el paquete de reformas de la agricultura europea más radical desde la introducción de la Política Agrícola Común hace más de cua- renta años. Es evidente la necesidad de cambiar la orientación que conduce hacia el círculo vicioso creado por los elevados precios y la excesiva superproducción. Medidas de menor alcance fracasaron. Las reformas también constituyen la piedra angular de la estrategia con la que se sitúa a la P.A.C. en el centro de la Política de Desarrollo Rural de la Unión Europea. Según los informes previos a su imple- mentación, algunos documentos oficiales comunitarios preconizan la existencia de cinco objetivos fundamentales en la reforma:
“1) Mantener la situación de la Comunidad como principal productor y ex- portador agrario, aumentando la competitividad de sus agricultores en los mercados internos y de exportación.
2) Ajustar la producción a la demanda del mercado.
3) Dirigir la ayuda a las rentas de los agricultores allí donde sea más necesario.
4) Proporcionar incentivos a los agricultores para que permanezcan en la tierra.
5) Proteger el Medio Ambiente y aprovechar las ventajas naturales del
5 campo” .
4 GÓMEZ-JOVER PARDO, F. y JIMÉNEZ PERIS, F. J.: Forestación de Tierras Agrícolas. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1997. Pág. 95.
5 COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS: Nuestro Futuro Agrario. Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. Luxemburgo. 1993. Pág. 21.
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