Page 475 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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III. ESTUDIO DE CASO
 No obstante, en referencia a la última conclusión citada, sobre solución a la si- tuación de descoordinación existente en el ámbito concreto de Almería, se puede decir que la necesidad de coordinación es común en todas las comarcas en las que se desarrollan estos cultivos, los cuales se han extendido por todo el litoral andaluz y la Vega y campiñas del Guadalquivir, fundamentalmente. En todo caso la mayor incidencia se produce, además del poniente almeriense, en los litorales de las provincias de Huelva y Cádiz.
En cuanto a las propuestas que se presentaron en este I Encuentro, las principales se relacionan a continuación:
– Formación y educación sanitaria, desde los aspectos más elementales hasta los de índole superior, implicando en ello a las Administraciones Públicas, a los usuarios y a los sectores de fabricación y distribución.
– Desarrollar el carnet de aplicador como elemento esencial para extender la for- mación.
– Organizar un sistema de seguimiento de casos de intoxicación por plaguicidas.
– Crear una comisión intersectorial que planifique y regule todas las actuaciones de prevención de peligros y perjuicios derivados de los plaguicidas.
– Buscar alternativas al uso de los plaguicidas. Se manejaron algunas como la erradicación de los organoclorados, orientar la industria hacia productos menos tóxicos y más específicos, fomentar opciones de cultivos no químicas.
Lógicamente, dentro de estas últimas, se debe mencionar la de la agricultura eco- lógica fomentada por el Programa de Medidas Agroambientales, que, con la eli- minación de este tipo de productos, estimularía la práctica de una agricultura sin riesgos para los consumidores, procedente de sus producciones y sin causar deterioros para el Medio Ambiente, además de no poner en peligro la salud de los agricultores.
En cuanto al consumo de fertilizantes, se ha producido, desde finales de los años setenta, una aparente moderación, a nivel nacional, que también afecta a Anda- lucía, cuya participación en el mismo es del 20%, aproximadamente, aunque es conveniente hacer algunas matizaciones, que se ponen de manifiesto a principios
– Se deben evaluar, al mismo tiempo, los riesgos y daños para la salud humana, dentro del sector agrícola.
– Los estudios de riesgos y daños tienen que tomar en consideración el marco de cada producción y de cada población, según prácticas agronómicas, culturales, costumbres y normas de comportamiento diferenciadas.
– Ya en una escala más concreta, se propone solucionar las situaciones de descoordinación existente en la zona de cultivos intensivos de Almería, como área de mayor repercusión de estos problemas.
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