Page 553 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva

III. ESTUDIO DE CASO
– El mantenimiento de la tónica de crecimiento de las áreas litorales no urbanas, que desde hacía varios años experimentaban un incremento paulatino.
– La evidencia de un cierto estancamiento de las áreas urbanas, especialmente las del interior, que ven descender su representación moderadamente.
– La continuidad en la estabilidad de la gran mayoría de las áreas agrícolas de las campiñas interiores que conservan su dimensión a escala regional.
– Asimismo, se mantiene una tendencia, que se considera especialmente im- portante en su relación con la aplicación de medidas como las del Programa Agroambiental, puesto que a medio plazo podía suponer la desertización de los espacios rurales enclavados en zonas de montaña. Se trata de la propensión decreciente en la población de estas áreas, a pesar de que el movimiento de migración desde estas zonas se había reducido en comparación con décadas anteriores.
– Una población joven, con un ritmo de expansión superior a la media nacional debido a una tasa de natalidad mayor, siendo menor la de mortalidad.
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– Un grado de urbanización inferior al nivel estatal .
– La densidad por kilómetro cuadrado también supera la media nacional, pero
tiene importantes diferencias según los distintos territorios, ya que los munici-
pios del litoral y de las aglomeraciones urbanas concentran densidades mucho
más elevadas que las de las zonas agrícolas, y sobre todo, que las de las áreas de
123 montaña .
– La población andaluza ha seguido un proceso similar, en las últimas décadas, al conjunto de España y al resto de los países europeos, reduciendo, progresiva- mente, sus tasas de mortalidad y natalidad y de crecimiento vegetativo. Así, se observa un aumento considerable en la esperanza de vida, que desde 1975 hasta el comienzo de la década de los noventa se ha incrementado en cuatro años para las hembras y tres para los hombres, llegando a los 80 años para la mujer y 73 para los varones. Aunque la diferencia entre sexos, que entonces era de seis años, ha alcanzado los siete.
– Finalmente, en este enmarque general, se observa la consolidación de un proceso de crecimiento de, lo que se puede catalogar como, las ciudades medias de la re-
122 En Andalucía, la población que vive en ciudades de más de 50.000 habitantes representa un porcentaje por debajo del 40%, superándolo en el conjunto de España.
123 Esta distribución se cifra en un 59% de la población que habita en las regiones agrícolas interiores, destacando las urbes de Sevilla, Granada, Córdoba, Jaén y Jerez; el 30% vive en el litoral, donde se encuentran las ciudades Málaga, Almería, Huelva y Cádiz, suponiendo puntos de importante concentración las Bahías de Cádiz y Algeciras; el 11% restante está en las comarcas montañosas, un espacio con una tendencia muy acusada al despoblamiento.
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