Page 559 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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III. ESTUDIO DE CASO
apreciación global, ya que se entiende por espacio agrícola todas aquellas superficies sometidas a laboreo para su cultivo, salvo las que cuentan con una cubierta arbórea de densidad variable, constituida por especies forestales como las quercíneas, coníferas, chopos o castaños. En el otro lado, entendemos por espacios forestales los confor- mados por todos aquellos terrenos agrológicamente productivos que, o bien, no se roturan, o bien, tienen una cobertura arbórea forestal significativa. Partiendo de este marco conceptual, una superficie puede ser sólo clasificada en tres grandes categorías: agrícola, forestal o improductiva, siendo esta última la no productiva agrariamente hablando, es decir, las urbanas, las ocupadas por las infraestructuras, las cubiertas por láminas de aguas, polígonos industriales, etcétera.
Conociendo estos términos, y que tanto una marisma natural como una dehesa roturada se incluyen en el dominio forestal, poniendo dos ejemplos de los que suelen crear más confusión a la hora de su clasificación, resulta que porcentual- mente, la categoría forestal representa algo más del 50% del territorio regional total, mientras que la otra mitad se reparte, desigualmente, entre lo agrícola, con casi un 47% y el espacio improductivo, que supone, aproximadamente un 3%.
De los más de 4 millones de hectáreas, que se han inventariado como agrícolas, se reparten, por un lado, casi un 20% de regadíos136 y algo más del 80% de se- canos, y por otro, los cultivos leñosos representan algo más del 40%, y los her- báceos se aproximan al 60%. A pesar de estas generalidades, no se puede obviar la policromática realidad de los paisajes agrarios andaluces. Así, mientras que a escala regional el espacio agrícola ocupa casi un 47%, si se desciende a unidades comarcales se encuentran casos extremos como son las Colonias Cordobesas con un 95% de sus terrenos roturados o, la Campiña de Sevilla con un 90%. En el otro extremo, nos encontramos los casos del Andévalo Oriental o la Sierra onubenses
Huelva 261.662
Jaén 714.458
Málaga 345.998
Sevilla 928.200
Andalucía 4.111.722
31.964
126.855
0
102.811
703.914
601.748
410.409
182.741
276.658
2.601.856
113.099 1.008.473
98.035 1.349.757
198.890 727.629
95.935 1.403.604
1.318.427 8.735.919
FUENTE: “Anuario Estadístico de España, 1996”. Instituto Nacional de Estadística. Elaboración propia.
136 Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los cultivos de regadío en España alcanzaron los 3.602.500 ha, lo que representa frente a las 26.429.600 ha de secano una distribución en porcentajes del 12% de regadío y un 88% de secano. Todavía hay margen para el crecimiento del regadío ya que “de los estudios realizados por el Ministerio de Agricultura en 1958 se llegaba a la conclusión de que la superficie máxima susceptible de ser transformada en regadío en el futuro con aguas superficiales podría ser de unos 2.250.000 hectáreas, a las que habría que agregar otras 400.000 regables con aguas freáticas; por tanto, en total, la extensión todavía regable podría ascender a unos 2.650.000 hectáreas, que, sumadas a las ya puestas en riego por entonces, situaban el área máxima de regadío en unos 4,5 millones de hectáreas”.
TAMAMES, R. y RUEDA, A.: Estructura Económica de España. Banco Urquijo y Alianza Editorial. Madrid. 2000. Pág. 106.
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