Page 86 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva

EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
La colonización humana en Doñana es un proceso reciente, ya que sólo en el siglo
XX se descubrieron, conquistaron y explotaron sus recursos y espacios, desde
puntos de vista no sólo diferentes en cada momento, sino, en algunas ocasiones
contradictorios y sobrepuestos. El carácter de espacio salvaje y aislado, propie-
dad señorial de la casa de Medina Sidonia desde el siglo XIII, y dedicado casi
únicamente a la caza, representó históricamente la marginación de Doñana como
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Entre los primeros planes de colonización y puesta en valor de los recursos de la zona, se encuentra, en 1737, la repoblación de pinares124 en el paraje de Maris- millas, así como, ya en el último tercio del siglo XVIII, los proyectos ilustrados del duque de Medina Sidonia para crear colonias agrícolas en el Pinar del Faro. A principios del siglo XIX, la Sociedad Económica de Amigos del País de Sanlúcar de Barrameda promueve un Plan de Fomento sobre la que se pretendía constituir como provincia marítima. A finales de esta misma centuria, la clase comerciante gaditana y jerezana, propietaria del coto de caza, favorece la difusión y el conoci- miento sobre la naturaleza de Doñana a través de las expediciones y cacerías que atraen a los viajeros románticos europeos, a la vez que potencia su función como cazadero de los reyes de España, o las expediciones de naturalistas o arqueólogos como SCHULTEN, que añadirán a la mitología de su valor natural, la cultural de la posible localización del antiguo Tartessos. La identificación como coto privado,
123 Alfonso X el Sabio, en cuya obra Las Crónicas ya hay constancia del territorio, lo conquistó a los árabes en 1262, estableciendo allí su cazadero real, destino que mantuvo durante mucho tiempo. Su hijo Sancho IV el Bravo concedió a Alonso Pérez de Guzmán (Guzmán el Bueno) la propiedad de aquellas tierras en recompensa por su defensa de Tarifa, y sus descendientes, que obtuvieron el ducado de Medina Sidonia, incrementaron esas primitivas posesiones a lo largo de los años. En 1897 la propiedad del coto pasó a los duques de Tarifa y poco después se repartió en media docena de fincas, iniciándose una época en la que se realizaron varios proyectos para desecar las marismas y se pusieron en práctica distintas iniciativas encaminadas a la producción agropecuaria y forestal. Estos intentos de explotación económica y colonización, como los anteriormente emprendidos por la casa ducal de Medina Sidonia, terminaron la mayoría de las veces, en fracasos, suponiendo casi siempre peligrosas agresiones al equilibrio medioambiental.
124 “También en el siglo XVI se encuentran pequeños atisbos de repoblación forestal en las normas dictadas por la casa ducal mediante las cuales se prohíbe descepar, especialmente las dehesas y ordenando ‘sembrar piñones’ en los montes de Almonte, Rociana y Lucena, prohibiendo los mismos que serían mondados como los chaparros, cuando llegase el tiempo. [...] El principal aprovechamiento era y es en la actualidad, la piña para obtener el piñón y la madera, aunque también se obtienen aprovechamientos secundarios. [...] La superficie de pino piñonero en Almonte es de unas 11.000 hectáreas”.
MÁRQUEZ FERNÁNDEZ, D.: “Pervivencia de los viejos oficios de Doñana: los piñeros”. En Huelva en su historia, 4. Territorio, Población, Economía, Sociedad. Edición al cuidado de MÁRQUEZ DOMÍNGUEZ, Juan A. y PÉREZ-EMBID WAMBA, J. ARSGRAPHICA, S. L. Huelva. 1992. Págs. 391, 392 y 393.
espacio económico
de los viajeros románticos, entre los que destacan MURRAY, FORD, CHAPMAN y BUCK, que crearon el mito de este territorio como lugar de naturaleza inexplora- da. Desde entonces, comienzan a intentarse, repetitivamente, los proyectos para la explotación productiva del paraje, que eran considerados por los pobladores del enclave como los únicos viables, para su subsistencia.
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. Su primera valorización corresponde a las observaciones