Page 131 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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II. MARCO TEÓRICO
1o. La explosión demográfica.
2o. La necesidad de un rápido crecimiento económico para satisfacer las deman- das de una población cada vez más numerosa y exigente.
3o. La existencia de una tecnología capaz, desarrollada, en la mayoría de los ca- sos, durante el conflicto bélico.
4o. Una masiva industrialización consecuencia de las necesidades del sistema productivo.
5o. Mecanización e industrialización del sistema productivo agrícola y ganadero, iniciándose procesos de contaminación edáfica, vegetal y animal.
Según los expertos, en estos años de postguerra, los países capitalistas más desa- rrollados conocen una oleada de opulencia gracias a la aplicación de un desarrollo tecnológico, que es, a su vez, una de las principales causas de la crisis medioam- biental que aflora en los años sesenta. Uno de ellos, Barry Commoner4 manifiesta:
“Los nuevos instrumentos de un poder sin precedente, estaban allí, espe- rando sólo para funcionar las exigencias de la guerra y el estímulo de la construcción de la posguerra. Únicamente más tarde se descubrió un fallo posiblemente fatal en el fundamento científico de la nueva tecnología. Era como un taburete de dos patas: bien apoyado en la Física y en la Química,
5 pero desprovisto de la tercera pata, o sea, la Biología del Medio Ambiente” .
El hombre, pues, observa que una forma de producir poco respetuosa con la na- turaleza termina por afectarle a él mismo y empieza a tomar conciencia de la ne- cesidad de preservarla, surgiendo las primeras respuestas institucionales como el
4 Barry Commoner plantea que el hombre vive en dos mundos; el natural, que comenzó su historia hace 5 billones de años y que sigue una evolución dentro de los parámetros naturales, marcados por los procesos químicos, físicos y biológicos, y el artificialmente creado por nosotros mismos mediante el desarrollo de las nuevas tecnologías, la explotación incontrolada de las energías fósiles, con la correspondiente generación de residuos, los coches, las casas, las granjas, los laboratorios, las fábricas, la música, la pintura, la poesía, las factorías. El hombre piensa que ambos mundos son independientes; pero lo cierto es que están estrechamente interrelacionados, y las acciones que se producen en el mundo artificial tienen su reflejo, tarde o temprano, en el mundo natural, creando importantes disfunciones en su evolución. Se aceptan las consecuencias en el mundo creado por los hombres, pero las tormentas, la lluvia ácida, el calentamiento de la atmósfera se atribuyen a fenómenos naturales o al capricho de Dios. La realidad es que las actividades humanas son las que han alterado profundamente las condiciones naturales de nuestro Planeta. Desde 1850 el contenido de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado un 20%, la temperatura ha subido más de 1o Fahrenheit, se ha descubierto el agujero de la capa de ozono en la zona polar. Con esta progresión, muchas ciudades serán literalmente ahogadas por los océanos en no muchos años. Este ataque contra el Medio Ambiente ha tenido una terrible consecuencia: los dos mundos han entrado en guerra. COMMONER, B.: Making peace with the planet. New Press. New York. 1992. Son varias las obras de este estudioso sobre el Medio Ambiente, además de la ya citada, que tratan estas cuestiones, como por ejemplo Science and Survival. Viking Press. New York. 1966.
5 Citado por el Informe sobre Medio Ambiente de Andalucía, en 1987, elaborado por iniciativa de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
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