Page 173 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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de la actualidad por un mundo ecológico de relaciones con la naturaleza basadas en el conocimiento y respeto, para lo que sería necesario un sistema tecnológico alternativo que no interfiriese en el equilibrio ecológico.
Habría que volver a practicar la agricultura tradicional, que respetaba el equilibrio de los ecosistemas, a pesar de que la transición desde el hombre recolector y cazador al agricultor y ganadero supuso el inicio de la transformación sistemática de los mismos, mediante la sustitución temporal o definitiva de la flora y la fauna salvajes por espe- cies cultivadas y domesticadas. Pero como los hombres primitivos no pretendían des- truir su entorno, establecieron un pacto implícito de colaboración con la naturaleza; inventaron mecanismos para garantizar la supervivencia de los ecosistemas naturales, basados, inicialmente, en el desplazamiento periódico hacia tierras vírgenes, donde se surtían de plantas medicinales, materiales de construcción, herramientas para cons- truir armas, colorantes, etcétera; además de cumplir una función religiosa, al permitir el equilibrio de las relaciones entre el hombre y las divinidades.
“La agricultura ‘tradicional’ –la existente con carácter generalizado hasta el inicio de las prácticas coloniales en el siglo XVI– ha mantenido, en gran medida, el ‘pacto’ establecido por el hombre primitivo. Cuando el despla- zamiento sistemático hacia nuevas tierras vírgenes dio paso a los asenta- mientos permanentes, el ‘pacto’ se mantuvo mediante un ajuste constante entre necesidades de la población y utilización del entorno –reduciendo el consumo en determinadas épocas del año–, permitiendo su reposición periódica. Este respeto hacia los ciclos naturales se abandonó en la agri- cultura impuesta por los europeos en sus colonias americanas, asiáticas y africanas, en la que se comenzó a practicar el monocultivo, con criterios de ‘extracción minera’, orientado al máximo beneficio inmediato de los colonizadores, sin ningún objetivo de sostenibilidad a largo plazo, y por lo
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tanto, sin restauración alguna del entorno afectado”
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Al ser tales ideas inimaginables en el momento presente, es necesario buscar otras alternativas más factibles para mejorar la situación actual. Entre ellas, puede tener un efecto muy positivo una adecuada educación ambiental, así como controlar y sancionar las actividades que alteren el Medio Ambiente. Esta tiene que ser una tarea que asuman las Administraciones Públicas, para lo cual, con la necesaria co- laboración de los ciudadanos, deben poner todo el empeño y la voluntad política necesarios, con objeto de regular las actividades humanas que puedan comportar riesgos para el entorno.
II. MARCO TEÓRICO
79 Ibid. Págs. 28 y 29.
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