Page 354 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
 ambiente entre los distintos agentes, entre los que se incluye la opinión pú- blica. [...] La Comisión, por su parte, va a hacer participar a sus servicios de información en una campaña de información y concienciación en materia
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de medio ambiente”
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El cambio de tendencia se refleja no sólo en la naturaleza de los instrumentos, sino también en la forma de ejecución de los mismos. En consonancia con el objetivo de influir y cualificar el carácter del desarrollo económico, la práctica de remitir la Política Ambiental a la producción de legislación de tipo cautelar o pro- hibitiva resulta insuficiente, según el diagnóstico del propio Programa; por el con- trario los nuevos objetivos requerirán una participación más amplia de los agentes implicados: los Estados miembros, los representantes de las fuerzas económicas y la ciudadanía en general. En este sentido se utiliza con frecuencia la expresión res- ponsabilidad compartida, como sinónimo del principio de subsidiariedad, consa- grado en el Tratado de la Unión. Un último aspecto de carácter general, que debe reseñarse como novedad en este documento, es la perspectiva temporal en el que se plantea. Al centrarse más sobre políticas y estrategias generales que sus antece- sores, las fases de aplicación se dilatan considerablemente, hasta cubrir el final de la década; incluso muchos objetivos se marcan en un horizonte más lejano.
En un análisis más detallado de los planteamientos del Programa, podemos decir que respecto a la industria y las manufacturas, el objetivo es incidir en la totalidad del proceso de producción, más allá de la mera corrección de los resultados inde- seables. Así, se introducen mejoras de gestión ambiental en los procesos de fabri- cación, como evaluación y contabilidad en materia de Medio Ambiente, ecoaudi- torías, introducción de nuevas y mejores tecnologías, o la formación de precios que incorporen los costes ambientales y el consumo de los recursos naturales; mejora de la gestión de los residuos industriales o, finalmente, control ambiental más riguroso de los productos finales, especialmente mediante las etiquetas eco- lógicas comunitarias. La consecución de estos objetivos se impulsa a través de un perfeccionamiento normativo pero, sobre todo, se concede una importancia decisiva a los factores del mercado y a la sensibilización de los consumidores.
En cuanto al sector energético, los principales retos se refieren a la disminución de las cargas contaminantes responsables de la lluvia ácida y de la emisión de
385 D.O.C.E. núm. 138, de 17 de mayo de 1993, de la serie C.
El capítulo III dedica un apartado completo, el número 3 a resaltar la importancia de la participación y concienciación ciudadana para el logro de los objetivos planteados, y en su último párrafo señala: “La participación activa de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), las asociaciones de ecologistas y consumidores, así como de los sindicatos y asociaciones profesionales va a ser fundamental para la sensibilización, la transmisión de las preocupaciones e intereses colectivos y la motivación e implicación de todos y cada uno de los ciudadanos”.
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