Page 461 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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plia justifica la consideración de los recursos vivos, en estado salvaje, en un nivel similar de importancia que otros de utilidad más reconocida. Aún así no se pue- de ignorar, en nuestro entorno regional, la significación que todavía mantiene la explotación directa de estos recursos, que en no pocas comarcas tiene una fuerte proyección económica, y en cualquier caso, es base de economías complementa- rias a nivel doméstico.
La erosión genética no sólo afecta al mundo silvestre, sino que también ofrece puntos de preocupación referidos a cultivos agrícolas, manejo de masas forestales y ganadería en general. Aspectos como la evolución regresiva de las razas gana- deras autóctonas, la casi desaparición de ciertos tipos de cabañas, unas a causa de la mecanización, otras, por desplazamiento originado por razas importadas, la simplificación de la gama de especies utilizadas en la agricultura, la introducción de variedades, cada vez más manipuladas, en exclusiva razón a la productivi- dad, la alteración de las masas forestales autóctonas y, en ocasiones, su radical sustitución por otras constituidas por especies foráneas, son, en fin, muestras de fenómenos que suponen un cambio trascendental, y no siempre positivo, del patrimonio genético.
“Un riesgo, por ejemplo, de la integración de los países europeos en la UE, es el que podríamos denominar ‘irrupción de uniformidad’, utilizando la expresión que de forma premonitoria usara Gerald Brenan a finales de los años veinte de nuestro siglo, al referirse a la destrucción cultural y erosión genética que él ya observó en las Alpujarras granadinas. Una Europa unida no tiene por qué ser una Europa homogénea, idéntica, en la que todos sus
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pueblos cultiven, se alimenten y consuman los mismos productos”
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La flora y la fauna silvestres, por su parte, han sufrido, lógicamente, las consecuen- cias de una acusada degradación ambiental y, particularmente, de la grave reduc- ción de los espacios que pueden aún constituirse como hábitats idóneos para el desarrollo y reproducción de las especies más exigentes. En todo caso, todavía la
es probablemente el más importante. La diversidad biológica representa un buen indicador de la gestión de los recursos naturales del planeta. Los ecólogos consideran que la diversidad es el resultado de un proceso histórico donde han ocurrido sucesivos condicionantes naturales y culturales, y también un excelente indicador de los cambios que el desarrollo provoca en la biosfera”.
AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL y CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA: Diversidad biológica y cultura rural en la gestión ambiental del desarrollo. Edición coordinada por DÍAZ PINEDA, F.; MIGUEL, J. M. de y CASADO, M. A. MultiMedia Ambiental, S. L. y Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 1998. Pág. 8.
15 HERNÁNDEZ BERMEJO, J. E.: “La biodiversidad como recurso: su papel en el marco de una agricultura sostenible”. En El campo y el medioambiente, un futuro en armonía. Edición coordinada por CADENAS MARÍN, Alfredo. SOPEC Editorial, S. A. Madrid. 1997. Págs. 109 y 110.
III. ESTUDIO DE CASO
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