Page 597 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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nado al tercio, consistente en la división de la explotación en tres hojas que anual-
mente se iban rotando para su dedicación, una al cultivo del cereal (generalmente
trigo), otra al barbecho semillado donde se sembraban distintos tipos de legumi-
nosas (garbanzos, habas), y la tercera, que se llamaba manchón permanecía en
descanso, sin roturar, y aprovechada como pastizal para el ganado de tracción o
187 de renta .
Tal sistema de cultivo, que puede calificarse como histórico, se caracteriza por su autosuficiencia, combinando labor agrícola y ganadería, utilizando abonado orgánico, alternativas de cultivos complementarios y escasísimas entradas energé-
188
En una primera fase, a la que se ha llamado de año y vez tradicional, la hoja de
trigo se alternaba con otra de barbecho semillado dedicada a leguminosas o re-
molacha, mientras que de forma gradual va desapareciendo de escena el ganado
de labor y de renta, que era sustituido por los tractores, el primero, y supliéndose
el abonado que proporcionaba con la fertilización mineral. En el sistema actual,
el girasol ha terminado por imponerse en la hoja de barbecho. En realidad, tal
denominación ha perdido todo el sentido que antes tenía, ya que se ha sustituido
por un cultivo de primavera. Por lo que respecta a la mecanización, es práctica-
mente total en estas campiñas, y se han extendido, a las máximas cotas posibles, la
fertilización artificial, el uso de productos fitosanitarios, herbicidas, plaguicidas,
189 etcétera .
187 Para profundizar en el estudio de la evolución agrícola se puede consultar la obra de BENASSAR, Bartolomé: Orígenes del atraso económico español. Editorial Ariel, S. A. Barcelona. 1985.
188 “[...] Al mejoramiento de los cultivos y de su productividad, ya que ‘la tierra –escribíais entonces– produce a proporción de cuánto y cómo se la labra’. Proponíais, también, la combinación de la Agricultura con la Ganadería y de éstas con la Industria y el Comercio, ya que ‘una fanega de tierra que en yerbas mantendría una cabeza de ganado, labrada mantendría a diez con sus rastrojos y paja, quedando libre todo el grano’, para las industrias alimentarias que pueden derivarse, amén del comercio de pieles, lanas y otros productos que generan”.
CAPEL MARGARITO, M.: D. Pablo de Olavide, un criollo en el equipo reformista de Carlos III. Colección Semilla y Flor. Granada. 1999. Págs. 147 y 148.
189 Se han realizado estudios sobre los respectivos balances energéticos de estos distintos sistemas de cultivos, llegando a la conclusión de que con el paso de uno a otro, se ha ido disminuyendo la eficiencia energética, al incrementarse el consumo de energías no renovables. Los datos revelados son significativos ya que, en relación al cultivo al tercio, el sistema moderno ha supuesto la multiplicación de los rendimientos, es decir, de las cosechas por unidad de superficie, por un factor igual a 3,46, mientras que el consumo de fertilizantes se ha multiplicado por 19,94.
ticas provenientes del exterior
abonos químicos, el cultivo al tercio perdió su virtualidad. La hoja de manchón necesaria para el mantenimiento del ganado y descanso de la tierra dejó de tener sentido. Así se introdujo el sistema de cultivo denominado de año y vez en el que pueden diferenciarse distintas fases de evolución.
. Con la adopción de la tracción mecánica y los
III. ESTUDIO DE CASO
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