Page 63 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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cación generalmente toma la forma de un consenso frágil que está cons- tantemente acosado por teorías y propuestas rivales. Lejos de ser autori- tarios, los planes modernos son históricamente contingentes y se basan en procesos democráticos de toma de decisiones. [...] La práctica de la planificación es, actualmente, un proceso social y político en el que mu- chos actores participan en una refinada división del trabajo, representando
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intereses diversos”
.
A pesar de que los gestores públicos, en ocasiones, impulsen la participación y la cooperación de los actores interesados en la planificación de las actuaciones de carácter o con influencia en el sector agrario, a veces ha sido complejo con- seguir esa colaboración. Es particularmente llamativo el hecho de la pasividad, que muchas veces se ha observado, en los integrantes de esta rama de actividad, ante las agresiones que desde otros sectores o desde las propias instituciones pú- blicas se han realizado. Cuestiones como los recortes de las ayudas, el cambio de orientación de las producciones, el fomento en los mercados de ciertos hábitos de consumo, etcétera, no han conseguido la asociación de esfuerzos para la protesta mediante una representación común, que venciera el tradicional individualismo de los agricultores. En otras ocasiones han sido las propias Administraciones Pú- blicas, las que, deliberadamente, han prescindido de los representantes del campo para idear acciones que les afectaban directamente. Por tanto, en la planificación de los aspectos agrarios ha sido muy extraño contar con las aportaciones de los más interesados, los labradores y ganaderos.
“Los gestores del medio rural y los agentes que operan en él, incluidos los agricultores, han mantenido una aptitud pasiva en exceso, cuando no cóm- plice. Muestra de ello es la expansión de las ciudades y de los usos secun- darios y terciarios sobre los mejores suelos o la exclusión de representantes del sector en tareas de planeamiento y ordenación territorial, salvo algunas excepciones, campo al que pueden aportar un conocimiento de las condi- ciones físiconaturales y un sentido del espacio muy interesante. Esta pasivi- dad ante la evolución del modelo territorial se manifiesta en la insuficiencia
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de la denuncia y de la acción común ante la despoblación del agro”
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Una batalla, particularmente compleja, es la gestión y control de los residuos, donde la participación de los agricultores y ganaderos es particularmente decisiva. Para
73 FRIEDMAN, J.: Op. Cit. Págs. 40 y 41.
74 COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS AGRÓNOMOS DE CENTRO Y CANARIAS: Manual de Prácticas y Actuaciones Agroambientales. Editorial Agrícola Española, S. A. y Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 1996. Pág. 35.
I. INTRODUCCIÓN
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