Page 691 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva

ticipan en las medidas respetuosas con el Medio Ambiente, puesto que lo habitual es que cada agricultor tenga una explotación agrícola, o al menos, de esta forma se refleja en las distintas estadísticas, aunque también puede acontecer que un mismo labrador posea más de una, lo que, en cualquier caso, será una circunstancia excep- cional, igual que el caso inverso, a saber, que varios se ocupen en una.
tabla 6 .
núMeRo de eXPlotaCioneS CenSadaS .
CoMaRCaS SuPeRfiCie 1982 (has .)
Sierra 298.917 5.138
1989
difeRenCia
III. ESTUDIO DE CASO
Andévalo Occidental Andévalo Oriental
Condado Campiña
Condado Litoral
228.493 2.469
111.819 2.060
124.115 8.937
150.727 3.766
5.222 +84
2.530 +61
1.976 -84
8.751 -186
4.025 +259
3.244 -19
25 .748 +115
Costa 94.402 3.263
huelva 1 .008 .473 25 .633
FUENTE: Censos Agrarios de 1982 y 1989. Instituto Nacional de Estadística.
Sorprendentemente, la evolución del número de explotaciones agrarias censadas en la provincia de Huelva es favorable, lo que apunta el impulso que las nuevas agriculturas están tomando en varias comarcas, fundamentalmente en el Condado Litoral y en la Costa. El dato de esta última es engañoso, ya que debemos tener en cuenta la gran competencia por el suelo que se produce entre la actividad agraria y las demás. Esencialmente, es la constructiva la que sale ganado, fruto de las se- gundas residencias en zonas próximas a las playas, pero también en el cinturón de la capital, que está en esta comarca. En segundo lugar, las edificaciones estricta- mente turísticas como los hoteles o complejos residenciales, como apartahoteles, se hacen con gran parte del recurso escaso suelo. Pero además, otros grandes con- sumidores de este medio valioso son los campos de golf, con lo que la dedicación agronómica queda arrinconada.
Los datos de la Sierra y del Andévalo Occidental son más difíciles de explicar, ade- más, al ser las dos comarcas con mayor extensión superficial, su significación es menor. Hay que considerar que, en la misma área geográfica, junto a municipios donde se produce un descenso en las explotaciones, existen otros en los que la tendencia es positiva. Por tanto, variaciones que están en torno al 2% no sirven para obtener conclusiones definitivas. Sin embargo, sí se pueden apuntar motivos que explican en parte el fenómeno. Así, en poblaciones más dinámicas como Ara- cena o Jabugo, y su zona de influencia, Cortelazor y Los Marines impulsan al alza
691