Page 712 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
 de las aguas. Se difundieron bastante casos como el de Lepe, en la comarca de la Costa onubense, donde la filtración de productos químicos, utilizados en la agri- cultura, produjo, a finales de los ochenta, una elevada concentración de nitratos en el acuífero del que se abastece la propia población que, actualmente, ya supera
346 los 20.000 habitantes. Este caso no es único a nivel regional .
A finales de los años ochenta del siglo XX, cayeron intensas lluvias que afectaron ampliamente a la provincia de Huelva, lo que causó graves perjuicios en el campo onubense, tras la prolongada sequía de las décadas anteriores. Esto determinó que en los años sucesivos las cosechas tuvieran unos rendimientos inferiores a los esperados. Los períodos de sequía habían obligado a poner en marcha severas restricciones en el consumo de agua, con especial incidencia en las zonas regables, que vieron sus cultivos muy perjudicados. De igual manera, a nivel regional, se vieron muy afecta- das las plantaciones arroceras de las marismas del Guadalquivir. Posteriormente, las inundaciones tuvieron efectos devastadores sobre los cultivos de amplias zonas del territorio, aunque se verían todavía más perjudicadas las superficies de la vertiente del litoral mediterráneo, donde los efectos de la erosión se hacen más evidentes, tras las escorrentías que provocan las lluvias. Nuevamente volvió la sequía persistente en los primeros años de la década de los noventa, lo que reprodujo las caídas de los rendimientos y las producciones, aún, a pesar de presentar una tendencia ascendente. Esto demuestra la estrecha relación entre las producciones agrarias y la meteorología,
347 la gran dependencia que las actividades del campo tienen de ella .
Otro de los grandes conflictos ambientales, se relaciona con la aparición de la peste equina, en la década de los ochenta, que se extendió, principalmente, por la provincia de Huelva y las demás occidentales, y que, pese a que fue oficialmente declarada como extinguida en mayo de 1989, volvió a rebrotar, causando nuevas muertes, teniendo que decretar una vez más la inmovilización y vacunación de équidos, con lo que sus consecuencias perduraron hasta bien avanzada la década siguiente. Además de los efectos sobre el censo de ganado caballar, mular y asnal, que se han comentado más arriba y, que, en el caso de las comarcas onubenses, se hace especialmente significati- vo, por la tradicional afición que existe por estos animales en muchas de ellas.
346 Ejemplos semejantes se pueden citar de los acuíferos de la Vega de Granada, aunque en este caso la contaminación no procedía de las actividades agrícolas, sino de las instalaciones de Campsa de Albolote o, la filtración de combustible de Pegalájar en Jaén, que afectó al agua de consumo humano. En otras provincias, como la de Córdoba, además de las citadas, ha sido muy común que se produjeran situaciones conflictivas derivadas de la contaminación de las aguas por vertidos de alpechines.
347 Especialmente preocupante se presenta la situación de los recursos hídricos en zonas de clara sensibilidad ambiental como las inmediaciones del Parque Nacional de Doñana, donde los cultivos intensivos, en su mayoría de fresones, han experimentado una extensión progresiva, desde la década de los setenta, con la puesta en marcha de nuevas posibilidades de riego en la zona regable de Almonte-Marismas. Precisamente, este Plan de regadío no pudo culminarse al saltar las alarmas por la desecación de zonas húmedas en el mismo Parque Nacional.
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