Page 714 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
P. 714

EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
 pobrecimiento de las superficies por la erosión constituye uno de los problemas más graves de deterioro del Medio Ambiente. Las consecuencias son ampliamente conocidas y temidas, ya que a largo plazo se desemboca irremediablemente en la desertificación. El manejo actual, en los distintos tipos de cultivos, y los elevados niveles de explotación a que se someten los suelos, son los principales causantes de este problema en no pocas zonas de la Tierra. En la provincia de Huelva, estas circunstancias se ven agravadas por las cíclicas alternancias entre períodos de se-
351 quía y de lluvias, que además, en muchas ocasiones, son de carácter torrencial .
En estas condiciones, la erosión se ve multiplicada, aunque gracias al eminente dominio del subsector forestal, en un nivel más reducido que en otras zonas.
El conocimiento del alcance actual de la erosión, y las posibilidades técnicas de la lucha contra la misma, es, sin embargo, aún limitado. Andalucía no está exenta de este problema, de hecho el 61,1% de la región está sometida a riesgos elevados. Ciertas prácticas agrícolas, incluso más que las forestales, son responsables de las mayores pérdidas absolutas, físicas y económicas, de los suelos andaluces. La provincia de Huelva no es una excepción en este panorama, pero el hecho de que sea la provincia con mayor extensión forestal de toda la región hace que le afecte en menor medida este riesgo. La principal razón de los desmesurados arrastres en las zonas cultivadas tiene como principal causa la no idoneidad de las actividades
352 agrícolas practicadas. Baste recordar la declaración del Plan Forestal Andaluz ,
al afirmar que más de 600.000 hectáreas son terrenos agrícolas marginales, es de- cir, que no son aptos para esta clase de explotación. En concreto, Huelva acoge el 17,9% de estos terrenos, respecto al total regional, lo que supone más de 100.000 hectáreas. De hecho, según las estadísticas oficiales de la Consejería de Medio Ambiente, en la provincia onubense, más del 60% de las tierras agrícolas totales son consideradas marginales, lo que, desde luego, deja muy poca opción a la prác- tica agrícola en las comarcas huelveñas. No obstante, hay comarcas como la del Condado Campiña donde la presencia de grandes superficies de cultivos herbá-
la insostenibilidad de esos usos ante las condiciones climáticas existentes y la final desaparición de los sistemas agrarios basados en tales prácticas”.
PUIGDEFÁBREGAS, J.: “Variabilidad climática y sus consecuencias sobre la sostenibilidad de los sistemas agrarios”. En Agricultura sostenible. Edición coordinada por JIMÉNEZ DÍAZ, R. M. y LAMO DE ESPINOSA, J. AGROFUTURO LIFE y Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 1997. Pág. 54.
351 “Los climas semiáridos se caracterizan por una gran variabilidad de las precipitaciones, de manera que largos intervalos de sequía alternan con grupos de años lluviosos que ocurren de forma bastante impredecible. En tales condiciones, el funcionamiento de los sistemas agrarios y también de los ecosistemas, está más determinado por la frecuencia e intensidad de los períodos de lluvia o sequía que por los valores medios. En esos ambientes, los conceptos de productividad media o ‘capacidad de agua’ tienen poco sentido”.
Ibidem. Pág. 51.
352 El Pleno del Parlamento de Andalucía, en la sesión celebrada durante los días 14 y 15 de noviembre de 1989, aprobó el Plan Forestal Andaluz, que se erige como una herramienta esencial para la recuperación de las zonas de arbolado de la Comunidad Autónoma a largo plazo.
 714
 





















































































   712   713   714   715   716