Page 815 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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IV. CONCLUSIONES
ción del sector y extensión de estas prácticas. En la provincia de Huelva, hemos consta- tado una especial preocupación por el desarrollo del Programa en los Grupos asentados en comarcas de montaña, aunque en todos se han realizado esfuerzos por dar a conocer las ayudas y subvenciones para las prácticas respetuosas con el Medio Ambiente. El hecho de que muchos Grupos de Desarrollo Rural ejerzan su influencia en comarcas en las cuales se encuentran espacios naturales especialmente protegidos; como ocurre en Huelva con los que están asentados en la Comarca del Condado Campiña y Condado Litoral en cuanto a los Parques Nacional de Doñana y Natural del Entorno de Doñana, y con el Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, que actúa en la zona del Parque Natural del mismo nombre; ha sido determinante para la implicación activa de los mismos en el desarrollo del Programa.
Por otro lado, también ha influido en esta concienciación el hecho de que los agricultores estaban observando la evolución de los rendimientos de sus explota- ciones, junto a los efectos, cada vez más patentes, del uso de productos químicos y técnicas agronómicas inapropiadas sobre la naturaleza. Los rendimientos de las granjas que utilizan sustancias procedentes de la industria química son espec- taculares en las primeras cosechas de aplicación, pero con el tiempo la tierra se
68 acostumbra a una dosis creciente de abonos y productos fitosanitarios , lo que
conlleva unos costes insostenibles a la par que unos rendimientos que se van es- tancando, en un primer momento, para decrecer paulatinamente, hasta menguar de forma patente y caer a niveles incluso inferiores a los de partida. Esto es debido al empobrecimiento del substrato edáfico que pierde sus características originales al verse alterado por la adición constante de sustancias artificiales. El suelo debe renovarse de forma natural, ya que el humus es la base fundamental de una buena
68 “El cultivo tradicional buscaba unos rendimientos óptimos compatibles con su intercambio equilibrado y, por tanto, viables a largo plazo, con el medio natural en el que se desenvolvía. Sin embargo, el cultivo intensivo moderno busca más optimizar su producción supliendo las condiciones del entorno con el aporte de abonos, agua, fitosanitarios, etc., haciendo del medio un sistema inestable, altamente dependiente. A través de un uso de abonos minerales exclusivamente en el suelo se produce una mineralización y, por consiguiente, una erosión.
Un suelo mineral es un suelo, que se erosiona un suelo que se pierde y es una pérdida de fertilidad que no se puede recuperar con la utilización de los sistemas que están ocasionando esa erosión, esa mineralización. Esto nos va a llevar a que se reduce la superficie de cultivo, se pierden tierras de labor; se intensifica por tanto en aquellas otras zonas donde los restos de fertilidad natural aún permiten el que se pueda seguir utilizando la tecnología convencional con el empleo fundamentalmente de abonos químicos sintéticos, con lo que se produce a su vez una intensificación, un agravamiento de las condiciones de esas zonas, de esa agricultura que es posible allí porque aún hay restos de fertilidad y, por tanto, las condiciones de erosión alcanzan también esas regiones. Es un círculo vicioso.
El medio también se ve alterado por el aumento de la utilización de los productos fitosanitarios, que ocasionan contaminaciones, que producen una degradación del medio, y una degradación de los productos de alimentación y, por tanto, una pérdida de la calidad. Al mismo tiempo, modifican también la fisiología, el desarrollo de los vegetales, lo que origina una pérdida de resistencia”.
DE NOVA, D.: “Agricultura Biológica en la Región Mediterránea. Características Esenciales”. En Ponencias del II Congreso Internacional Agricultura Biológica y Otras Alternativas en el Medio Rural. Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1991. Págs. 75 y 76.
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