Page 813 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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IV. CONCLUSIONES
 note el desaprovechamiento o, incluso, despilfarro de los recursos naturales, ni si- quiera que los efectos perjudiciales de la contaminación afecten a la salud vegetal, animal o humana. Además, existe una condición que es indispensable para que se produzca ese paso adelante, es la presentación del problema a la sociedad como algo que hay que abordar necesariamente. Para que se produzca la comprensión generalizada de la cuestión son esenciales los actores intermedios que tengan la habilidad suficiente de delimitar con nitidez el asunto y que transmitan de una manera asequible las causas y consecuencias del mismo. Esto queda demostrado por el hecho de que los efectos en el Medio Ambiente de las industrias, en un pri- mer momento, y de las actividades agrícolas, posteriormente, no parecían preocu- par a los ciudadanos ni a las Administraciones Públicas hasta que la llamada de atención de los expertos coincidió con una serie de movimientos de protesta por
66 parte de los grupos ecologistas en la década de los setenta .
Igualmente, el hecho de que una serie de organismos internacionales empezaran a convocar cumbres referidas a la cuestión, estimuló la adopción de una serie de medidas de las diferentes autoridades nacionales. No obstante, se ponen de manifiesto unas determinadas circunstancias que confluyeron en el arranque del proceso, como la consecución de un determinado bienestar social; que junto a la elevación del nivel de vida de las clases medias; y del cambio de los objetivos inmediatos, una vez cubiertos los materiales; propició la preocupación por los temas ambientales. A ello se unió la divulgación en los medios de comunicación, de manera cada vez más profusa, de la sucesión de desastres ecológicos que te- nían lugar, a lo largo del planeta. Esta propaganda, lógicamente interesada por los grupos de ecologistas, contribuyó, decisivamente, a extender la preocupación por estos temas al conjunto de la población. Finalmente, las Administraciones Públicas han tenido que intervenir, con mayor profundidad, y no sólo a través de declaraciones de intención poco convincentes.
En definitiva, podemos concluir que la implementación del Programa de Medidas Agroambientales por parte de la Unión Europea ha colaborado en la asimilación del concepto de desarrollo sostenible. Aunque anteriormente hemos presentado
66 “Para la teoría pluralista, la democracia es una sociedad abierta que posibilita en todo momento la aparición de nuevos grupos, lo que permite la combinación de intereses organizados y desorganizados.
De esta forma, si algunos intereses sociales estuvieran desorganizados (es decir, sin constituir una asociación específica) pero resultaran altamente afectados por decisiones procedentes de otros grupos, rápidamente llegarían a formarse y a actuar para defender esos intereses agredidos. Para poner un ejemplo podríamos pensar que un interés difuso ecológico ha llegado a formar un grupo organizado en forma de asociaciones ecologistas frente a las decisiones propiciadas por los grupos de presión económicos. Puede verse, por tanto, que en esta concepción, la existencia de unos grupos poderosos provoca como reacción la formación de otros grupos que se opondrán a sus proyectos”.
CAPO GIOL, J.: “La toma de decisiones en las Políticas Públicas”. En Curso a Distancia: Dirección y Gerencia Pública. Instituto Andaluz de Administración Pública. Sevilla. 2001. Págs. 33 y 34.
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