Page 811 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva

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Hasta el momento de la redacción del Informe Brundtland , citado varias veces en
este trabajo, el desarrollo sostenible no había sido objetivo para la política que los países industrializados estaban llevando a cabo, según se recoge en el mismo. Éste concluye que el nivel de perjuicio para el Medio Ambiente es de tal consideración que no se alcanzan unas cotas mínimas de bienestar medioambiental y que, por supuesto, con semejante ritmo de devastación, tampoco se garantiza la pervivencia de los recur- sos naturales necesarios para la vida de las futuras generaciones. Por consiguiente, la Política Económica debe buscar otros objetivos distintos al crecimiento a ultranza.
No obstante, las referencias que en el Informe Brundtland se hacen al desarrollo sos- tenible han recibido críticas por parte de diferentes autores. La base para estos des- acuerdos radica en la consideración de que los redactores del Informe están jugando con los conceptos para llegar a la conclusión final de que los causantes de los peligros medioambientales están no, en los países industrializados, sino en los menos desarro- llados. Se hace referencia a la vaguedad con la que se define el concepto de desarrollo sostenible como el “que satisface las necesidades de la generación presente sin com- prometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesi- dades”. También se critica la utilización de los términos crecimiento y desarrollo con un mismo significado, así como el establecimiento de una relación de causa a efecto entre el deterioro medioambiental, el crecimiento demográfico y la pobreza.
“El falso discurso ecologista diseñado por los organismos internacionales, a través de una construcción teórica ecotecnocrática que transmite el men- saje de que el planeta está en peligro, no porque los países ricos hayan de- sarrollado una forma de producción y consumo despilfarradora de energía y recursos, contaminante y destructora de los equilibrios naturales, sino porque los ‘países pobres’ tienen un gran crecimiento de población y dete- rioran la naturaleza, a través de su pobreza y degradante (por medio de la tala de bosques y esquilmante agricultura científicamente marginalizada)
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apropiación de los recursos naturales”
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Se critican, asimismo, las afirmaciones de la Comisión Mundial para el Medio Am- biente y el Desarrollo, sobre la agricultura, cuando valoran positivamente el que se haya convertido, prácticamente, en una industria como consecuencia de las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito agrario y a la llamada “revolución verde”.
64 COMISIÓN MUNDIAL PARA EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO: Nuestro Futuro Común. Alianza Editorial. Madrid. 1988.
65 ALONSO MIELGO, A. M. y SEVILLA GUZMÁN, E.: “El discurso ecotecnocrático de la sostenibilidad”. En Agricultura y desarrollo sostenible. Edición al cuidado de CADENAS MARÍN, Alfredo. Centro de Publicaciones de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1995. Pág. 93.
IV. CONCLUSIONES
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