Page 809 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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dalidades de actuación, se ha quedado bastante alejado del conseguido a nivel global. Esta es un de las debilidades que se ha observado en la valoración realiza- da por las instituciones comunitarias. Nos referimos a la escasa profundización efectuada en el análisis de los logros en los ámbitos nacionales y, mucho menos, regionales, quedando un estudio demasiado superficial y genérico.
Asimismo, en referencia al efecto sobre los ingresos, ha sido importante, en el caso de los agricultores de zonas marginales en la que el mantenimiento de las activi- dades agrarias repercute positivamente en el Medio Ambiente; en cambio, apenas se ha notado el efecto en las zonas más rentables explotadas en régimen intensivo. Como reflejamos en esta investigación, también la evaluación realizada por las au- toridades comunitarias detecta una nueva actitud de los profesionales del campo, y una mayor concienciación, en términos generales; lo que se advierte igualmente en el resto de la sociedad. Se ve la agricultura como una vía de solución a los pro- blemas de la naturaleza y del medio rural. La rentabilidad de los gastos del Pro- grama son elevados, pues suponen unos gastos inferiores a los que en proporción se compensan. Se observan menores rendimientos en zonas intensivas, mientras que en las más desfavorecidas el efecto es positivo, con rendimientos y sobre todo rentabilidades en aumento. Finalmente, otro aspecto positivo a resaltar, es la ge- neración de una ‘cultura de la evaluación’ en la gestión del Programa, a través de la cual se procede al control de los resultados, la ponderación y el ajuste de los objetivos propuestos.
Por último, entre los aspectos negativos hay que hacer referencia a uno que es co- mún a todos los procedimientos que los agricultores y ganaderos deben sustanciar para optar a las ayudas de la Unión Europea. Hacemos referencia a la complicada
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tramitación que requiere el acceso a las subvenciones
mente tachada de excesivamente burocrática por parte de los Directores de Ad- ministración y Gerentes de cooperativas agrarias, así como por los agricultores particulares en las entrevistas que hemos mantenido con miembros del sector. A esto se añade la lentitud en los pagos, una vez concedidas las subvenciones y la rigurosidad de los controles que se llevan a cabo en la fase previa a la certificación de las ayudas. Con respecto a los controles, se argumenta que son repetitivos y se realizan por varias instancias de las Administraciones Públicas (Comisión Euro- pea, Intervención General de la Administración del Estado, control financiero de subvenciones de la Intervención General de la Junta de Andalucía, e incluso la Cámara de Cuentas de Andalucía) de manera sucesiva y revisando la misma do-
61 Sobre esta cuestión se puede consultar ETXEZARRETA, Miren; CRUZ, Josefina; GARCÍA MORILLA, Mario y VILADOMIÚ, Lourdes: La agricultura familiar, ante las nuevas políticas agrarias comunitarias. Centro de Publicaciones de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1995.
IV. CONCLUSIONES
 , y que ha sido habitual-
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