Page 830 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
P. 830
EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
en primer lugar por acogerse al régimen de ayudas del Programa sean los radica-
96
dos en comarcas de montaña y otras zonas desfavorecidas
explotaciones convertidas a la utilización de prácticas respetuosas con el Medio Ambiente se mantengan dentro de la producción ecológica97 viene a certificar la viabilidad de esta Política. Lógicamente lo difícil es intuir o predecir esta ca- racterística con anterioridad a su desarrollo. El hecho de que nuestro análisis se desarrolle con posterioridad facilita extraer datos que confirman estos aspectos.
7 . la agRiCultuRa ConvenCional . un Modelo inSoStenible
Nosotros hemos ido comprobando en el transcurso de la realización de este tra-
bajo de investigación cómo la conversión de la actual agricultura convencional,
dominante tanto por producción como por superficie y activos empleados, a la
que denominamos agricultura ecológica no sólo es viable, sino que es necesaria
para invertir la tendencia hacia el despilfarro, que se está instalando en la utiliza-
ción de los recursos naturales. Además, a esta realidad incontestable se le añaden
circunstancias de tipo socioeconómico, que como se ha visto, obligaron a las au-
toridades europeas a buscar un cambio de orientación en la agricultura producti-
98
vista y consumista , que hasta los primeros años de la década de los noventa, en
96 “Cuando el espacio está lo suficientemente marginado del proceso productivo como para hacer inviable a corto y medio plazo su competitividad agraria, las medidas a tomar deben ir en la línea de mantener la escasa agricultura, a pesar de su coste económico, ayudando a conservar de este modo el medio, que podría degradarse por abandono. Para ello es precisa la extensificación, pues la intensificación no tiene sentido. Deben privilegiarse aquellos aspectos más característicos de cada área, incluso estudiando la posibilidad de buscar denominaciones de origen. Se trata de sustituir productos innecesarios por otros con algo de originalidad y calidad (la agricultura ecológica), que pueden introducirse más fácilmente en algunos mercados modernos.
Proponemos por tanto una orientación de la población hacia un desarrollo integral que mantenga los habitantes y el territorio sin alterar su gran valor ecológico. La agricultura debe seguir extensificándose”.
RODRÍGUEZ, L. y RODRÍGUEZ-PEÑA, L.: “Mijares ¿una evolución sin futuro?” En Desarrollo rural. Ejemplos europeos. Edición al cuidado de CANTO FRESNO, C. del. Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1992. Págs. 243 y 245.
97 Para profundizar en alguna de las condiciones que se consideran necesarias para que la agricultura y ganadería ecológicas tengan perspectivas de futuro y para que las explotaciones que actualmente están en fase de conversión o ya están generando producción orgánica, se mantengan en esta línea se puede consultar SUMPSI, J. M.: “Perspectivas de la agricultura alternativa en el contexto de la nueva política agraria de la CEE”. En Ponencias del II Congreso Internacional Agricultura Biológica y Otras Alternativas en el Medio Rural. Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1991.
98 En el año 1991, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, se presentó en España el informe ‘La Situación en el Mundo’ coordinado por Lester BROWN, donde se afirmaba:
“Durante los veinte años transcurridos desde el primer Día de la Tierra en 1970, el mundo ha perdido casi 200 millones de hectáreas de bosques (que equivale a cuatro veces la superficie de España). Los desiertos se han extendido en unos 120 millones de hectáreas de superficie, semejante al de las tierras de cultivo en China. Miles de especies de plantas y animales con los que compartíamos el planeta en 1970, ya no existen. En el curso de dos décadas han venido a engrosar la población mundial aproximadamente 1.600 millones de personas, más de las que habitaban el planeta en 1990 y los campesinos del mundo han perdido unos 480.000 millones de
, así como el que las
830