Page 831 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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IV. CONCLUSIONES
el pasado siglo, era fomentada por las Administraciones Públicas como el único modelo posible para producir fibras y alimentos.
Esa agricultura consumista casi lleva a la bancarrota a las arcas comunitarias y este
fue el principal motivo que impulsó a los gobernantes comunitarios a modificar el
modelo. El Presupuesto de la Comunidad no podía soportar el gasto de las subven-
ciones y ayudas a la producción, sumado a las cuantiosas restituciones a la exporta-
ción, que se pagaban para compensar a los agricultores la diferencia de precio que
los productos agrarios tenían en el mercado internacional, donde cotizaban muy
por debajo de la cuantía final obtenida por el campesino. Pero además, este mode-
lo que incentivaba el consumo de “inputs”, como una noria imparable que rueda
y rueda, en palabras de SHULTZ, conducía a muchas de las explotaciones que la
practicaban a una espiral interminable de consumo y gasto originando un derroche
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de recursos . Puesto que para mantener los niveles de producción, se aumentaban
incesantemente los insumos, destacando negativamente, los productos químicos, cada vez más costosos, y sobre todo, desde la crisis energética de los años setenta. Al mismo tiempo se incrementaban los desembolsos en tecnología, lo que elevaba extraordinariamente el precio final de la producción, a la vez que endeudaba a los agricultores que dependían de manera creciente de la financiación externa.
toneladas de capa vegetal superior, más o menos el equivalente a la cantidad que cubre las tierras de cultivo de la India.
Esta degradación planetaria ha seguido adelante a pesar de los esfuerzos de protección del Medio Ambiente realizados por los gobiernos en los últimos veinte años. En este período casi todos los países crearon departamentos del Medio Ambiente y se aprobaron miles de leyes destinadas a su protección.
A menos que seamos capaces de dar marcha atrás a algunas de las tendencias ambientales que están minando nuestra economía, el deseo de una vida mejor para nuestros hijos y nietos se quedará solamente en un sueño”.
99 “La actividad agraria ha estado sometida a los imperativos de la intensificación, una forma de producción que los economistas y sociólogos agrarios han asimilado, en un sentido metafórico y figurado, al que conduce el funcionamiento, sin fin, de una noria imparable.
En la metáfora de la noria el estamento productor de la tecnología y lo que va con él, la investigación científica y la experimentación empírica, se encargan de producir innovaciones en el sentido más frecuente: el de sustituir las funciones de la naturaleza por medios de producción fabricados externamente. La utilización por doquier de estos medios de producción, fabricados fuera de las propias explotaciones agrarias, da lugar a un aumento de producción y a una oferta que no encuentra una demanda solvente.
Las situaciones de deterioro de precios, de los excedentes de producción agrarios y de las rentas agrarias y extraagrarias facilitan que se acumule la presión política y social de los agentes económico-sociales intervinientes, lo que hace necesario que se establezcan políticas agrarias, protectoras de la producción agraria nacional, pero también en defensa del conjunto de otros intereses y, especialmente, de aquellos de las industrias proveedoras de medios de producción. Este apoyo es evidente que significa una red de salvaguardia para dar otra vuelta más a la noria, lo que equivale a producir más, comprar más de afuera, producir más y, si no es posible, marcharse del campo como lo han hecho millones de agricultores jóvenes desde tiempo inmemorial y, concretamente, un millón de personas en España desde nuestro ingreso en la Unión Europea”.
CADENAS MARÍN, Alfredo: “La agricultura sostenible: un futuro en armonía entre el campo y el medio ambiente”. En El campo y el medioambiente, un futuro en armonía. Edición coordinada por CADENAS MARÍN, Alfredo. SOPEC Editorial, S. A. Madrid. 1997. Págs. 13 y 14.
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