Page 917 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva

Marco como, sobre todo, en los próximos, los agricultores andaluces y españoles re- cibirán menos rentas procedentes de las ayudas y subvenciones de la Unión Europea.
Por tanto, es necesario acelerar la adecuación de las explotaciones a las exigencias, cada vez mayores, de un mercado alimentario que toma conciencia de la importancia de la calidad de los alimentos para mejorar su nivel de vida. Esta percepción se acen- túa si tenemos en cuenta la extensión que están teniendo entre la población hábitos de vida más saludables, entre los que destaca una alimentación sana y equilibrada.
Desde las Administraciones Públicas estatal y autonómica se debe apoyar sin re- servas esta adecuación de las empresas agrarias para alcanzar un nivel de com- petitividad que les garantice acudir a los mercados internacionales en igualdad de oportunidades que el resto de los agricultores europeos. Para ello se deben subvencionar programas de diversificación y mejora de la actividad agraria, así como los programas de mejora del hábitat rural y de protección y conservación de recursos naturales, que son esenciales para la práctica agraria. Hay que tener en cuenta que los agricultores y ganaderos forman parte esencial del medio rural y que las actividades que ellos desarrollan sirven de sustento no sólo a sus fami- lias, sino también a todo un entramado de empresas suministradoras, comercia- lizadoras, etc., que contribuyen al mantenimiento del tejido social en las comar-
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sector primario representativo en los cultivos de cereal y en la producción pecuaria. Por tanto, la P.A.C. tendrá que compartir sus fondos con estos países, que por añadidura presentan unas estructuras agrarias desfasadas y que requerirán cuantiosas inversiones para ir acercándose al nivel de la media de la Unión Europea. También hay que pensar que las adhesiones continuarán durante unos años todavía. De hecho el 1 de enero de 2007 se integraron dos nuevos Estados miembros y hay conversaciones en curso con nuevos candidatos.
El Presupuesto agrícola ya había descendido, en términos relativos, para el comienzo del desarrollo del Programa de Medidas Agroambientales, ya que en 1988 representaba un 63% del total, mientras que en 1992, se había reducido al 58%. Sin embargo, en términos absolutos se había incrementado en 10.000 millones de ecus, por lo que la reforma se hacía ineludible.
238 “Además son modelos socialmente equitativos, en relación a una menor desigualdad en la distribución de activos, capacidades y oportunidades, así como en la verdadera equidad generacional en relación al manejo sostenible de los activos naturales, para su uso por las generaciones futuras. Actúan además como un motor para el desarrollo rural, ya que posibilitan la supervivencia de la agricultura como actividad económica fundamentalmente en zonas rurales marginales potenciando la convivencia entre modelos de desarrollo locales diversos, como instrumento básico de sostenibilidad del espacio rural. Las producciones de calidad generadas, mediante prácticas agroecológicas están asociadas a un conocimiento específico local, son una fuente de diversificación de las economías rurales y suponen una estrategia favorecedora de una articulación territorial por su vinculación con el medio y el mantenimiento de la población ligado a la producción agraria”.
LABRADOR, J.: “Aproximación a las bases técnicas de la Agricultura Ecológica”. En LABRADOR, J.; PORCUNA, J. L. y BELLO, A. (editores): Manual de Agricultura y Ganadería Ecológica. Edición coordinada por la Sociedad Española de Agricultura Ecológica. Eumedia, S. A. Madrid. 2002. Pág. 17.
cas alejadas de los grandes núcleos urbanos
mencionado debe revitalizar estos territorios, a través de la inyección económica que supone la puesta en marcha o el mantenimiento de muchas actividades que han sufrido un declive poblacional significativo.
. El tipo de actividades que hemos
IV. CONCLUSIONES
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