LEGISLACIÓN DE ANDALUCÍA SOBRE SALUD PÚBLICA
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recursos y la implantación de estrategias innovadoras que afronten los nuevos retos de
salud pública, ahora de orden global.
III
El interés de esta ley es abordar las nuevas realidades legales e institucionales que nos
permitan enfrentar los retos de salud pública y las nuevas demandas sociales de manera
proactiva, flexible e innovadora, para conseguir la mayor efectividad de las acciones en la
salud colectiva. Su intención es dotar a la sociedad andaluza de una ley avanzada que asu-
ma las posiciones más progresistas y que se extienda con una perspectiva de posibilitar
la construcción de la salud pública del futuro.
Es, en este sentido, una ley de carácter programático que incide sobre la ciudadanía y
la sociedad poniendo la salud al servicio de la ciudadanía, situando a la ciudadanía en el
eje central de las actuaciones de salud pública y reconociendo su protagonismo en esta
materia.
Esta visión se completa con la generación de un entorno favorable a través de la regula-
ción de tres elementos esenciales: la organización y la gestión innovadora, los profesio-
nales y los recursos, con un enfoque sistémico basado en la calidad, la excelencia y la
obtención de resultados.
El carácter progresista de la ley se materializa en la conceptualización que desarrolla
en relación con los derechos de los ciudadanos, fundamentalmente mediante dos pro-
cedimientos: la creación de nuevos derechos y la renovación de derechos históricos,
explicitando algunos que estaban aceptados tácitamente y elevando a la categoría de
derecho hechos que venían siendo históricamente considerados exclusivamente como
actividades clásicas de la Administración sanitaria. Además, los nuevos derechos reco-
nocidos se protegen con garantías que aseguren la efectividad y el libre acceso de la
ciudadanía a su contenido.
La equidad junto con la reducción de desigualdades en salud es uno de los ejes que reco-
rre transversalmente todos los títulos de la ley. La ley propone garantizar la equidad en
salud, entendida como el derecho de las personas a disfrutar, en igualdad de oportunida-
des, de una vida saludable.
El empoderamiento de la ciudadanía, entendido como el traslado de poder en la toma de
decisiones sobre su salud individual y colectiva a la ciudadanía, es otro de sus elementos
vertebradores. Para ello, la ley garantiza, de un lado, el compromiso de las Administra-
ciones públicas para educar en salud y capacitar a las personas que viven en Andalucía
desde las edades más tempranas de la vida. Y, de otro, contempla la participación de
la ciudadanía en los planes y políticas que pretendan desarrollar la salud en el territorio
andaluz.