Seguimos con nuestra serie de aprendizaje en el mundo de la fotografía. Realizaremos las primeras pruebas con el tiempo de exposición o la sensibilidad ISO. El diafragma ese gran desconocido.
Por Juan Jiménez Quintana. Viceconsejería de Educación en Sevilla.
En este artículo vamos a trabajar de una forma práctica las distintas opciones que vimos en el número anterior. En fotografía, como en otras disciplinas, existen formas distintas de trabajar obteniéndose un resultado similar, quiero decir con ello que indicaré mi forma de hacerlo pero que no es la única.
Recordando lo visto en el artículo anterior trabajamos sobre tres parámetros para llegar a conseguir una correcta exposición: TIEMPO, ISO y DIAFRAGMA.
En la imagen siguiente podemos ver tres fotografías similares cada una de ellas con una luz distinta. La imagen central está tomada con el fotómetro totalmente centrado, la cámara interpreta que esa es la exposición correcta (ISO 160, F/7,1, 1/160). En la imagen de la izquierda disparamos con los mismos parámetros que la anterior modificando sólo el tiempo de exposición un paso, pasando de 1/160 a 1/320, entrando por ello menos cantidad de luz en el sensor, obteniendo una fotografía un poco más oscura que la anterior. En la fotografía de la derecha modificamos el tiempo de exposición pero esta vez al contrario, pasando de 1/160 a 1/80, entrando más cantidad de luz y obteniendo una imagen un poco más clara. Una vez realizadas las 3 fotografías observo que la fotografía más real es la de la derecha, se ve con más claridad y con los colores más vivos. Dicho lo anterior llegamos a una conclusión, si hubiéramos usado el modo automático, la cámara hubiera optado por los parámetros de la fotografía “correctamente expuesta” no siendo para mi entender la más correcta. Por ello, gracias al uso del modo manual hemos podido obtener una fotografía mucho más compensada con tan sólo dejar entrar un poco más de luz.
Como consejo deciros que al principio yo siempre disparaba la misma imagen 3 veces, al igual que la imagen de muestra, y una vez la visualizaba decidía cual era la correcta según mi gusto. A veces era la que la cámara daba por buena, otras veces era la que estaba un poco subexpuesta y otras la que estaba sobreexpuesta.
Pasamos ahora a analizar el efecto que tiene el “tiempo” en nuestra fotografía. En la imagen que se muestra a continuación aparecen dos escenas similares pero cada una de ellas tomadas con un tiempo de exposición distinto.
En la primera imagen la fotografía se tomó con los parámetros (ISO 1600, F/2.8, 1/80), aparentemente la fotografía está nítida al 100%, se pueden apreciar al detalle tanto las personas como el edificio. La imagen siguiente fue tomada apoyando la cámara en una zona estable para evitar movimientos indeseados y con los parámetros (ISO 200, f/6.3, 1/2), hemos bajado tanto el ISO como el diafragma para que el tiempo de exposición sea más bajo y así conseguir el efecto de las personas en movimiento. Con esos parámetros y la cámara en un lugar estático se obtiene nitidez en los elementos que no se mueven (edificio y personas que permanecen estáticas durante el tiempo de exposición) y en movimiento las personas que durante el tiempo de exposición no han permanecido estáticas. Si por el contrario hubiésemos tenido la cámara en la mano hubiera salido toda la fotografía movida pues no podemos mantener durante ese tiempo la cámara estática a pulso. Si hubiésemos disparado en modo automático no hubiésemos obtenido este resultado, la cámara hubiese optado seguramente por subir el ISO no siendo necesario puesto que teníamos la cámara en un lugar fijo sin movimiento, dato que la cámara no puede conocer de ninguna forma.
En la parte de abajo observamos dos fotografías de paisaje. La fotografía de la izquierda está tomada con los parámetros (ISO 200, f/10, 1/100) congelando así el agua de la ola, dónde podemos apreciar las burbujas provocadas por el movimiento del agua. Sin embargo en la fotografía de la derecha hemos puesto los parámetros (ISO 50, f/22, 15”) y hemos disparado con la cámara puesta en un trípode para evitar movimientos indeseados. Al estar el sensor 15” expuesto, el agua, que es el único elemento con movimiento de la imagen, aparece con una textura sedosa, transmitiendo sensación de calma.
Ahora vamos a analizar el efecto que produce el ISO en la imagen final. Para ello he realizado 5 imágenes modificando el ISO y el tiempo de exposición para conseguir una correcta exposición puesto que si modifico sólo el ISO y no modifico el tiempo de exposición la imagen hubiera estado cada vez más sobreexpuesta, por ello cada vez que hemos subido el ISO (subiendo la sensibilidad del sensor) hemos tenido que disparar más rápido para contrarrestar la luz que entra en el sensor. A las imágenes de muestra le he puesto debajo un recorte para que se aprecie mejor el efecto del ruido que provoca el ISO.
La primera imagen está tomada con ISO 100 y la última con ISO 12800, aparentemente son iguales pero a medida que subimos el ISO va apareciendo un grano que resulta molesto y provoca pérdida de nitidez en la imagen final.
El ruido es más notable cuanta menos luz haya, es decir, con luz de día si necesitamos subir el ISO se notará menos el efecto del ruido que si lo subimos en una fotografía de noche con poca luz.
Como consejo sobre este parámetro puedo decir que se use con cuidado, es preferible bajar el tiempo de exposición buscando un buen apoyo para dar estabilidad a la cámara antes que subirlo pero que si no es posible bajar el tiempo de exposición aconsejo que se suba el ISO pues creo que es mejor tener una fotografía con ruido que no tenerla.
Por último vamos a ver la profundidad de campo. Como ya vimos la profundidad de campo está relacionada con el diafragma del objetivo con el que vamos a tomar la fotografía.
En la imagen siguiente podemos observar tres fotografías. En la fotografía de la derecha hemos usado un diafragma f/ 2.8, si observamos la imagen detenidamente vemos que la cara del modelo esta nítida pero el pelo va perdiendo nitidez. Es la abertura máxima del objetivo con el que se ha tomado la fotografía y tiene muy poca profundidad de campo, en tamaño real quizás no haya ni 1 cm del modelo enfocado, por lo que tenemos que tener cuidado cuando usamos este diafragma tan abierto, pues un mínimo movimiento haría que perdiéramos el enfoque de la fotografía.
En la imagen del centro hemos usado un diafragma algo más cerrado (f/5) donde apreciamos con algo más de nitidez la cabeza del modelo y la mascota que tiene apoyada en el pié.
En la imagen de la derecha hemos usado un diafragma cerrado (f/11) y podemos apreciar que el modelo está completamente nítido.
Habiendo observado cada una de las imágenes llegamos a la conclusión que debe ser el fotógrafo el que decida qué quiere mostrar con la fotografía que va a realizar, si quiere enfocar sólo una pequeña parte (fotografía de la izquierda) o si por el contrario desea que toda la fotografía salga enfocada (fotografía de la derecha), si dejamos que la cámara decida será ella la que enfoque la parte que desee sin criterio alguno.
Los tres elementos que hemos trabajado (TIEMPO. ISO Y DIAFRAGMA) se conocen como el triángulo de exposición estando relacionados entre sí.
Os invito a probar distintas formas de hacer fotografía para ir adquiriendo experiencia y posteriormente analizarlas en casa, tenemos la gran ventaja de disparar y disparar sin coste añadido, y así aprender a ver como lo hace la cámara.
Así fui aprendiendo yo…
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