Mi rol de “facilitadora” para el personal de nuevo ingreso
Por Inmaculada Tola Pérez Asesora Técnica de Ecogestión. Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático
“¿Profesora…? Qué va…” Al presentarme a mis compañeros y compañeras en los cursos de Formación de Acceso y Acogida 2019 para el personal funcionario de nuevo ingreso, les hacía hincapié en que en realidad mi papel no era el de una profesora al uso, que comparte contenidos desde un punto de vista meramente académico, mostrando, con mayor o menor acierto, contenidos con suerte, novedosos e interesantes. No exactamente… Mi papel ha sido de “facilitadora”, como una guía turística que te cuenta la historia de una calle o de una estatua, como una ama de llaves que va abriendo puertas e invitando a pasar a diferentes estancias. Y ya tú decides si quieres leer y documentarte para ampliar la historia o entrar para descubrir esos nuevos espacios.
Quedó atrás el enfoque de los cursos de nuevo acceso en los que escuchábamos lo que nos acabábamos de estudiar a fondo para la oposición, enfoque que simplemente por rememorar ese tremendo esfuerzo nos predisponía con desazón al aburrimiento “Puff… ¿otra vez la Ley de Contratos, el EBEP, la Ley de Procedimiento Administrativo? Serán nuestros pilares de trabajo, pero es que acabo de demostrar que los domino… ¿Qué me va a aportar entonces este curso de nuevo acceso?”
Recogiendo estas sensaciones generalizadas, y teniendo en cuenta la oportunidad de sembrar en tierra fértil la necesidad de transformación que tiene nuestra Administración y las herramientas de las que disponemos para ello, se plantea un cambio de enfoque a estos cursos de nuevo acceso. Nada de replicar el temario de la oposición, vamos a explorar y trabajar sobre nuevos conceptos, transversales y algunos tan novedosos que la primera reacción es de cara boquiabierta al saber que existen en una organización tan enorme y reacia a cambios rápidos como la nuestra. Conceptos que desde el Instituto Andaluz de Administración Pública se asientan como pilares, cimientos de una nueva perspectiva para las empleadas y empleados públicos. La gestión del conocimiento y la eficacia y eficiencia del trabajo colaborativo, la innovación pública y la necesidad de repensar para avanzar, el gobierno abierto, transparencia y participación ciudadana como herramientas de legitimación, la evaluación de políticas públicas como instrumento de mejora continua, el enfoque de género como indispensable perspectiva integradora, las herramientas digitales corporativas y la optimización del tiempo como necesidad de progreso y eficiencia, la formación continua como inquietud permanente, las técnicas de comunicación como aptitud inherente para el buen desempeño profesional. Al fin y al cabo, conceptos cuya existencia y aplicación es necesario conocer, para además empoderar nuestro servicio público de calidad y acorde a los tiempos que vivimos.
Así, los diferentes módulos de estos nuevos cursos de acceso se programaron como bases para sembrar la curiosidad por indagar y seguir aprendiendo, con la importancia de la libertad que supone tener las riendas de nuestro propio avance. Tomando conciencia del compromiso individual que asumimos al plantearnos involucrarnos en nuevos proyectos, con compañeras y compañeros que nos inspiran y nos reconfortan al tener entonces la certeza del valioso potencial humano que nuestra Administración posee, pese a quien le pese, especialmente a los que se afanan por agotar bromas y tópicos que ya suenan demasiado aburridos. Y además, aterrizando estos conceptos en situaciones reales, hablando en primera persona, compartiendo experiencias, y, por qué no, haciendo gala también del orgullo que uno siente como parte de un colectivo que aspira a ser un referente. Orgullosa de mi condición de funcionaria con la responsabilidad del servicio público y en búsqueda constante de la excelencia en el desempeño de mi trabajo, transmitiendo con ilusión que cada granito de arena que aportamos es vital para nuestro colectivo, que cada paso que damos es indispensable para que avancemos juntos, y que el contagio de alegría y creación de sentimiento de grupo es una realidad.
Y como colofón de estos módulos, tocó reflexionar sobre cómo trasladar todos los conceptos tratados a cada entorno personal de aprendizaje, mediante un Plan de Acción personal, con el único objetivo de concretar el compromiso individual a asumir, con más o menos ambición, con más o menos envergadura, pero en cualquier caso con una esencia loable y constructiva, para seguir mejorando nuestra Administración, entre todas y todos los que la conformamos. Y para implementar cada Plan de Acción, las personas “facilitadoras” nos ponemos a disposición en una tarea de mentoría para, de nuevo, intentar servir de guía y ayuda para cada protagonista, basándonos en nuestras propias colaboraciones personales en materias como la Evaluación de Políticas Públicas o la Innovación, en nuestro conocimiento del funcionamiento y estructura de nuestro entorno laboral, y, como no, en la visión amplia y con perspectiva que, como para todo en la vida, da la experiencia.
Y así terminaron esos días intensos de las jornadas presenciales, llenos de dinámicas, videos y música, muchas preguntas, interesantes debates… y alguna cerveza con un montaito. Y de los que nos llevamos además el grupo de personas que hemos conocido en cada curso, y en mi caso, por supuesto el grupo de personas “facilitadoras” que hemos participado en esta primera edición de los nuevos cursos de Formación de Acceso y Acogida, con algunas caras incluso ya conocidas de otras batallas y sueños, inspiraciones y referentes para seguir mejorando dia a dia en mi labor como funcionaria de carrera. Grupo de personas que ha funcionado casi como una terapia, compartiendo inquietudes, nervios y miedos, percepciones y dudas, “enseñando la cocina” intercambiando información, propuestas de dinámicas y técnicas metodológicas y, sobre todo, sintiéndonos hermanados y agradecidos de formar parte de otro pequeño-gran empuje de cambio y adaptación de nuestra Administración.
Y como en todo cambio de enfoque, los primeros pasos siempre son mejorables. Con una valoración global de 8,2 de media sobre 10, en todas las Delegaciones Territoriales y con varias ediciones en los Servicios Centrales, cursos de Formación de Acceso y Acogida en los que las personas “facilitadoras” que hemos participado hemos puesto nuestro mejor empeño, ilusión y dedicación en hacer de la experiencia algo, ante todo, práctica y memorable. Con principios metodológicos inductivos, empeñados en propiciar ambientes relajados, participativos y, ¿por qué no? ¡¡¡lo más divertidos posible!!! Y pese a sentirnos satisfechos con nuestro trabajo, recogemos con humildad todas las oportunidades de mejora que se han volcado en las encuestas de satisfacción y en las propias sesiones, sugerencias que deben ser tenidas en cuenta para mejorar próximas ediciones en nuestra búsqueda compartida e incansable de la excelencia de nuestra Administración.
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