No
Encarnación Sánchez Arenas
No sería una probabilidad negativa.
No, no, no debemos tentar a las opciones,
porque así no se recrimina al pasado.
El no es un pasadizo
en un laberinto cabalístico.
No existe el no,
existe un punto en el infinito
vinculado a otro punto
en el que se encuentran ambos,
existe un testimonio existencial
que cruza caminos,
donde no existe la nada.
El no es una nada inconclusa.
El no es una nada imperfecta.
El no es una nada inerme.
El no es un ninguno premonitorio,
ninguna clase de desidia,
ninguna balanza de desequilibrio.
Cero gramos a la izquierda,
cero enseres a la derecha.
La unicidad es la antítesis del no.
Lo unívoco abre sus laderas bilaterales
donde no existe la nada.
Ni un mísero al desabastecimiento.
Ni una severa pregunta
a una respuesta dubitativa.
Ni un probable destino
a una felicidad incierta.
No sería una probabilidad negativa.
No, no, no debemos tentar a las opciones,
porque así no se traiciona
lo esperado en la respuesta.
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