El robot y las personas

Ana María Guerrero López

Técnico de Grado Medio

Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda.

En estos enigmáticos tiempos en que todo está controlado por la tecnología, internet es el único dios verdadero y las I.A. se están haciendo notar cada vez más. Los que somos un poco mayores (de la segunda edad podríamos decir) recordamos, a veces nostálgicamente, aquellos maravillosos años en que para buscar información no quedaba más remedio que recurrir a las bibliotecas y ojear títulos relacionados en la bibliografía de otros libros para escribir a mano, o con nuestra máquina de escribir si nos lo permitían los profesores, nuestros trabajos de estudios. Comenzamos a conocer los primeros ordenadores, en la mayoría de los casos, en nuestros trabajos. ¡Qué maravilla el word perfect, que nos permitía equivocarnos una y otra vez y corregir sin tener que empezar a teclear de nuevo la página entera! ¿Os acordáis cuando estabais al final de la máquina mecanografiada y teníais un error que el profesor no toleraba? Muchas de mis canas se deben a esos momentos…

 

Y ahora, 2024, en la Administración se habla de que hay un robot. Los informáticos nos llaman “humanos” y dicen, como si tal cosa: “Esta tarea es automática, la hace el robot. A partir de aquí la tarea corresponde a los humanos, es decir, a vosotros.” Nunca había sido tan consciente de que soy humana hasta que se han dirigido directamente a mí y a mis compañeros de trabajo como tal. Parece que nunca me lo había planteado. Esa frase de “yo soy yo y mi circunstancia” ha hecho que yo sea humana por primera vez en mi vida, laboral al menos. 

Sophia, robot presentado por Hanson Robotics Ltd. en 2017. Fotografía: Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Ahora la competición está en ver quién hace más, quién se equivoca más, si el error es humano o del robot. Nos están evaluando a la par que al robot. A él le van corrigiendo poco a poco los errores. Lo van perfeccionando. La verdad es que en este momento es un robot un poco desastre. Yo lo visualizo como los robots de aquella película infantil que estaban hechos de piezas de segunda mano o defectuosas y que eran un poco amorfos. Pero nos ganará la carrera. Y llegará un día en que haremos muy poquita falta los administrativos, auxiliares o técnicos porque las tareas estarán regladas y el robot gestionará la mayoría de los expedientes o todos. 

 

En estos momentos y, según mi experiencia, el robot (o los humanos que lo han diseñado, que también su diseño es humano) se equivoca bastante y donde hay un cambio de NIE a NIF no sabe lo que ha pasado, cuando consulta datos no siempre sabe evaluarlos, si la persona solicitante presenta un escrito o una declaración responsable no sabe qué hacer con ellos, donde tiene que cargar unos datos carga otros diferentes con los consiguientes errores que los “humanos” debemos repasar y corregir. Pero, como ya dije antes, sólo es cuestión de tiempo. Y, lo cierto es que aunque creo que va a resultar revolucionario y muy útil, puesto que así resultaron ser los ordenadores, los móviles, internet, el e-mail, el whatsapp, etc., también he de reconocer que soy un poco reticente a estos “avances” porque en un país tan desruralizado y tan desindustrializado, cuando no hagan falta tampoco trabajadores del sector público, que es uno de los más amplios del país, ¿a qué se van a dedicar nuestros hijos? Ahora aún les decimos que si no encuentran trabajo, opositen. ¿Mañana todos van a construir y reparar robots? Y lo siento, pero aún me gusta que cuando llamo para informarme de algo me atienda una persona y no me conteste una voz electrónica diciendo: “Perdone, no entiendo su pregunta”.

 

Si te ha gustado este artículo, encontrarás más contenidos interesantes en nuestra sección “Opinión”.

Y no dejes de ver qué tenemos publicado en los distintos números de EnRed@2.0.