Javier Neila
Departamento de financiación de actuaciones energéticas.
Área de gestión de programas integrales.
Agencia Andaluza de la Energía.
La pérdida de capital intelectual en la Junta de Andalucía y su problemática en materia de Subvenciones.
Cuando los primeros colonos europeos se extendieron por el continente americano y empezaron a interactuar con los indios americanos, una de las cosas que más les llamó la atención fue que para fabricar sus hachas -los imponentes tomahawks, imprescindibles en labores agrícolas, autodefensa y ceremonias rituales- colgaban la hoja metálica en la rama recta de algún árbol joven, en espera de que con el paso del tiempo -años y años- la madera creciese y se fuese adaptando al metal, engrosándose en su hueco, formando un solo cuerpo y consiguiendo que fuese imposible ya separar la madera de la hoja, lo que daba al tomahawk una fiabilidad y rendimiento excepcionales. Luego sólo tenían que cortarlas del árbol al que estaban ancladas para poder usarlas, tras decorarlas con tiras de cuero, plumas, dibujos tribales y grabados de animales. Cuando los sonrosados europeos les preguntaron asombrados, que cómo podían esperar tanto tiempo para disponer de sus herramientas, los guerreros pieles rojas se miraban asombrados por la pregunta, contestándoles -con una sonrisa burlona- que ellos no tenían que esperar nada, que lo hacían para sus hijos… ellos ya tenían las que les habían preparado sus padres, décadas antes.
No hemos aprendido nada de los indios.
La pérdida de capital intelectual por las jubilaciones y traslados, y el reto que conlleva a los recién incorporados el ser capaces de dominar todo aquello que se les exige en su nuevo puesto de trabajo, es actualmente un hándicap cada vez mayor en la Junta de Andalucía, tanto para los recién aterrizados como para sus responsables directos, la organización a la que pertenecen y por supuesto el ciudadano demandante de servicios, que ignorante espera en su atalaya lo mejor de nosotros.
Los periodos de formación, la redacción de protocolos de actuación, los cambios de criterio e incluso a veces hasta actitudes de “francotirador” de algunos compañeros -los menos- que piensan que sus conocimientos son un patrimonio personal, que “trabajan solos” y que no tienen porqué formar a nadie, es algo que aún nos lo podemos encontrar en nuestro día a día. A todos alguna vez nos ha dicho alguien “Que no…que yo no estoy aquí para ayudar a nadie…bastante tengo con lo mío ”. Por eso ahora más que nunca, es necesario que aflore ese trabajo colaborativo de carácter intergeneracional, en la que por un lado se rinda homenaje a los que se van, tras haberlo dado todo sin pedir nada a cambio, y por otro se reciba a los nuevos incorporados con todos los medios o instrumentos a nuestro alcance, para que el resultado sea el mayor beneficio a la ciudadanía, de la que nos nutrimos, a la que pertenecemos y cuyo servicio conforma nuestra razón de ser.
A veces nos hemos encontrado con que la mayoría de una plantilla en concreto está formada por noveles, con toda la fuerza y el entusiasmo del mundo, pero sin esas herramientas indispensables que algún indio viejo se ha llevado consigo, al abandonar su puesto en su merecido descanso, o simplemente se ha perdido tras algún traslado, y languidecen olvidadas en un cajón o tiradas a la basura en la última limpieza. Otras veces descansan olvidados en un archivo informático que dura lo que se tarde en formatear el disco duro.
Esta problemática en el mundo de las subvenciones, es aún más lacerante, porque se multiplican las mismas necesidades en distintas Consejerías y Agencias, se duplican gastos y esfuerzos y se buscan los mismos objetivos, cuando la realidad nos ha enseñado que en todos esos puestos de trabajo se tienen idénticas carencias.
La mala noticia es que los mejores se nos están yendo, y todo el sustrato de conocimiento, experiencia y formación se está escurriendo por el desagüe, gota a gota, paulatina pero sostenidamente. 7 de cada 10 empleados públicos en la Comunidad Andaluza tiene más de 50 años y casi la mitad se jubilarán de aquí al 2030. En la Administración General de la Junta de Andalucía, tan solo hay 636 empleados públicos menores de 35 años. (Fuente: Periódico digital “El Confidencial”, 25/02/2024 ).
La buena noticia es que la solución a este problema, si lo hacemos bien, puede ser el Programa de Embajadores del Conocimiento y sus Encuentros Intergeneracionales.
Ya en los albores del 2017, el IAAP empezó a moverse en éste sentido, iniciando su singladura en lo que ya se da a conocer como la Gestión del Conocimiento (GC), y que mediante las nuevas metodologías colaborativas busca transferir el conocimiento entre el colectivo que podríamos llamar “seniors” a los “juniors” o recién aterrizados. Obviamente no hablamos de tramos de edad, sino de colectivos con diferentes niveles de experiencia y formación en el mundo de la gestión de las subvenciones, un reto del que Andalucía y su Junta, por razones evidentes, no puede permanecer al margen. El sustrato cultural no se perderá si consideramos nuestro trabajo como una carrera de relevos, en la que lo importarte no es llegar el primero, sino pasar el testigo de la mejor manera posible al compañero que nos espera en la siguiente vuelta. Un compañero que nos sucederá en el trabajo y al que posiblemente aún no conozcamos. O que incluso no lleguemos a conocer jamás.
De ahí la preocupación por cómo transferir la experiencia y el conocimiento experto de quienes se jubilan en los próximos años, en especial respecto a aquellos colectivos fácilmente identificables por su especialización, su especial idiosincrasia y que se caracterizan por ser parte de una élite, formada por un reducido número de personas. El método de trabajo para estos equipos se basará entonces en la creación de redes de empleados públicos que por pura vocación de servicio, se van a volcar en dar lo mejor de sí, a través del trabajo colaborativo y el intercambio de conocimientos e ideas, estudiando propuestas, resolviendo problemas cotidianos y dando soluciones a estos retos presentes y a los que el devenir nos traiga. No sabemos cómo va a ser nuestro trabajo dentro de 20 años, pero si sabemos que no queremos que todo aquello que hemos conseguido trabajando en equipo, se pierda en el laberinto de la memoria de las organizaciones.
Así las cosas, en el Programa de Embajadores del Conocimiento de este año 2024, está previsto que se desarrolle el 1º Encuentro Intergeneracional en Materia de Subvenciones, ya en pleno proceso de implementación, superando anteriores encuentros en los que su ratio essendi eran colectivos mucho más cerrados (Ingenieros de Montes, Medicina de Orientación Escolar, Agentes de Medio Ambiente, Agentes de Salud Pública, Inspección de Servicios Sanitarios…) pero siendo ahora más ambiciosos, para crear un instrumento ágil y atractivo para los distintos servidores públicos, al volverse interdepartamental y con vocación y expectativas de futuro a corto y medio plazo. Ello convierte éste proyecto en un referente futuro con una enorme vis atractiva para cualquier otro interlocutor interesado o implicado en dicha gestión.
¿Por qué buscamos la fusión entre la experiencia y la ilusión?
No es un secreto que el buque insignia de esta novedosa iniciativa del proyecto “Programa Embajadores del Conocimiento” son los Encuentros Intergeneracionales. Con ello, buscamos que ese sustrato a punto de perderse no caiga en terreno estéril, favoreciendo el análisis, el debate y el encuentro de intereses confluyentes, consiguiendo que estos eventos se desarrollen en el mejor ambiente, cargados de informalidad y buena sintonía, pero donde la piedra angular sea la plenitud en la unión de sinergias y la proliferación de puntos de encuentro, entre el colectivo vinculado a las subvenciones, independientemente del Departamento, Consejería o Agencia en la que se tramiten, o de su posicionamiento en la escala jerárquica, creando un caldo de cultivo suficiente para facilitar un espacio abierto donde intercambiar experiencias e ideas y proponer soluciones a los retos que se les plantea, en un futuro que se asoma por el horizonte, centrando nuestra atención en la especial idiosincrasia del mundo de los incentivos y las subvenciones, en lo contingente de su regulación y en lo variado de sus fuentes, donde más que nunca vemos la actuación de la políticas comunitarias, que reflejan un mundo en continuo cambio y transformación, abocado a criterios de convergencia cada vez más complejos.
Así que todo lo bueno de estos grupos está por llegar. Las próximas actuaciones estarán fundamentadas en el Team Building, las dinámicas de grupo y en el aprendizaje cooperativo; mediante esta metodología, los responsables del proyecto generarán debate y sinergia de grupo, en busca de medidas contingentes de mejora continua y creación de contenidos. El personal senior compartirá así los hitos más importantes en su larga carrera profesional, y el personal novel expondrá sus miedos, motivaciones, dudas e inquietudes ante situaciones venideras.
Contamos con el mejor equipo, estamos motivamos y vamos a darlo todo. Por eso, los responsables del próximo Encuentro sobre Transferencia de conocimiento en el Área de Gestión de Subvenciones de la Junta de Andalucía, tenemos muy claro, que trabajamos para los que llegan.
De ahí nuestro lema:
Hagamos algo grande; hagamos algo que perdure.
Si quieres participar en el Encuentro Intergeneracional en Materia de Subvenciones que se celebrará el próximo 18 de Junio de 2024, en el aulario del IAAP, ponte en contancto con nosotros a través del siguente email: encuentrogeneracionalsubvenciones.iaap@juntadeandalucia.es
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