Page 217 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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nuestros instintos más profundos, como es el instalar algo propio (personas, animales y plantas) sobre un territorio. Pero algo grave ha debido ocurrir para que una acción tan entrañable sea vista con recelo por tanta gente. La repoblación forestal ha consistido en plantar artificialmente un territorio de- vastado por el fuego o abandonado por la agricultura con una especie arbórea rigiéndose por criterios predominantemente económicos. Si la repoblación con una sola especie resulta biológicamente nefasta, cuando se subordina a criterios económicos en exclusiva también puede originar fuertes desequili- brios y aun desastres. Los bosques de pinos, jaleados por su rápido crecimien- to, son pasto fácil de las llamas y las plantaciones de eucaliptus acidifican y empobrecen los suelos hasta límites preocupantes. Con harta frecuencia las labores de aterrazamiento para repoblaciones sobre laderas empinadas no sólo no han contenido la erosión sino que la han potenciado hasta alcanzar umbrales de catástrofe. [...] En el estadio actual de humanización del medio no es fácil disociar con nitidez hasta dónde alcanzan las fuerzas naturales y
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desde dónde entra en acción la influencia de las actividades humanas”
.
En todo caso, parece cada vez más evidente que la problemática medioambiental constituye, hoy en día, una de las preocupaciones más importantes de las socie- dades actuales en general y de la andaluza, en particular.
“Esta reflexión ha de enmarcarse, necesariamente, en un contexto cambian- te, caracterizado por una serie de elementos que hay que tener en cuenta. Entre ellos se encuentran las nuevas demandas sociales en materia de pro- tección medioambiental, seguridad alimentaria, bienestar animal y paisaje. [...] La sociedad española y andaluza han cambiado profundamente en los últimos veinte años.
Una preocupación creciente por la protección del medio ambiente, que
se ha extendido de una manera difícil de imaginar hace pocos años. Esa
preocupación medioambiental se acompaña frecuentemente de una valora-
ción superficial de la agricultura, poco ajustada a la realidad de Andalucía,
y que, en general, no incorpora la consideración de sus efectos positivos
sobre el medio (depuración de aguas y aire, mantenimiento y creación de
paisajes...). En esa misma línea se sitúa la preocupación por el bienestar
animal, crecientemente tenida en cuenta por los formuladores de la política 166
comunitaria” .
165 FRANCO ALIAGA, T.: Las actividades agrarias en España. Universidad Nacional de Educación a Distancia.
II. MARCO TEÓRICO
  Madrid. 1998. Págs. 131, 133, 134 y 135.
166 CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA: Plan de Modernización de la Agricultura Andaluza. 2000-2006. Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. Jaén. 2000. Págs. 3, 18 y 19.
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