Page 308 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
al recurso fácil de sus riquezas naturales. Hay que empezar dando ejemplo en las naciones ricas. Además, se enfatiza la necesidad de asegurar el suministro alimen- tario en los países en vías de desarrollo y en los que salen de los regímenes comu- nistas, donde, por supuesto, es necesario conseguir el abastecimiento suficiente. Pero, ¿qué pasa con el continente africano, que es donde se producen las mayores hambrunas de la Tierra? No será que lo que se pretende es hacer un pequeño esfuerzo, en países que necesitan un leve empuje en sus economías, para que se conviertan en consumidores de los productos de los países industrializados.
Asimismo, tampoco se menciona el brutal desequilibrio que provoca el enorme consumo de carne en los países del primer mundo, cuando es bien conocido que si una parte de los cereales, que se emplea en la alimentación de los animales de producción cárnica, se destinara a las naciones deficitarias en ellos, se resolverían muchas de las situaciones críticas de hambre.
En las restantes áreas programa se observan similares contradicciones, o como mínimo, ambigüedades, que dejan poco claras las ideas finales de la Cumbre. Por otro lado, se preconiza el ejemplo de la nueva política agraria europea, al incor- porar entre sus novedades el Programa de Medidas Agroambientales, como si esto fuera un esfuerzo suficiente para lograr el desarrollo sostenible en el campo agrí- cola. Es verdad que constituye una muestra alentadora, pero hay que profundizar en su aplicación y su extensión a escala intercontinental.
“Desgraciadamente, los acuerdos sobre ayuda al desarrollo y sobre medio ambiente que se adoptan en el contexto de las organizaciones de Naciones Unidas no tienen la fuerza vinculante de los acuerdos, por ejemplo, adopta- dos por razones de seguridad bélica. Los gobiernos han demostrado –como se ha visto, al analizar lo sucedido durante los cinco años posteriores a la Cumbre de Río– el escaso interés que ponen en cumplir los compromisos derivados de la Agenda 21. La ayuda al desarrollo, en términos de producto interior bruto, ha descendido a niveles inferiores a los registrados al inicio de la década de los noventa; y el contenido de los programas de la ayuda al desarrollo sigue respondiendo, sobre todo, a los intereses de los grandes grupos industriales, bien alejados de la deseable configuración de un modelo
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agrícola y alimentario acorde con las necesidades y los límites actuales”
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Lo cierto es que cuando en los organismos internacionales imperan reglas no escritas tan influyentes como la de tomar los acuerdos concernientes al Medio
303 NARBONA, C.: Agricultura y medio ambiente. Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores. Barcelona. 1999. Págs. 48 y 49.
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