Page 891 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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el apoyo institucional; y para el que una adecuada financiación del Programa de Medidas Agroambientales podría suponer una mejora sustancial.
Lo que parece seguro es que si no se aprovechan las ayudas que se están tra- mitando actualmente, en el Marco Comunitario de Apoyo 2000-2006, España y Andalucía se verán sumergidas en un considerable atraso con respecto al resto de los socios comunitarios, que en su mayoría están contribuyendo con una mayor financiación al desarrollo del Programa Agroambiental. Esto será así porque en las orientaciones para la reforma de la P.A.C., cuyas líneas principales se pueden estudiar en el documento de la Agenda 2000 se apunta una reducción progresiva de los precios agrarios y su equiparación a los precios de mercado, en el intercam- bio internacional de los artículos procedentes de la agricultura. Añadido a esto se procederá a una disminución del importe de las ayudas actuales a la producción, definiendo un futuro próximo en el que los activos agrícolas deben tener cada vez más en cuenta el aumento de la competitividad. Este horizonte se atisba en los comentarios de los representantes de la administración agraria española, cuando se refieren a los temas relacionados con la política de fomento a través de ayudas y subvenciones. En sus opiniones se destaca la dimensión económica del concepto de agricultura sostenible, reafirmándose así una posición que GARRIDO FER- NÁNDEZ califica como sustentabilidad competitiva.
“‘Si lo que quiere la U.E. es una agricultura competitiva, el medio ambiente
no debe condicionar totalmente la actividad agraria. Ello no quiere decir
que no haya que buscar prácticas menos dañinas para el medio ambiente,
pero sin olvidar que la función principal de la agricultura es producir’. (En-
trevista a representante del M.A.P.A. en la Secretaría General de Agricultura
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y Alimentación)”
.
Por tanto, sin dejar a un lado que la principal función de la agricultura debe ser la productiva, se acepta la obligación de tratar con respeto las condiciones na- turales en las que se desenvuelve la actividad agraria. No obstante, para lograr la competitividad necesaria, la administración española se muestra partidaria de establecer requisitos ambientales dentro de las Organizaciones Comunes de Mer- cado, de manera que para cada cultivo se establezcan unas cortapisas, adecuadas a sus características, que permitan un tratamiento respetuoso del Medio Ambiente. Estaría en la idea de lo que los ingleses bautizaron como “cross compliance”, para referirse al instrumento a través del cual se determinan las condiciones ambienta- les que deben contemplar las políticas de apoyo a la agricultura. De esta forma, los
IV. CONCLUSIONES
  193 GARRIDO FERNÁNDEZ, F. E.: Op. Cit. Pág. 175.
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