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Rólogo
Repasando la actividad diaria y los debates que mantenemos, aparecen temas recurrentes, de
difícil análisis y cuyas soluciones complejas ponen de manifiesto la carga de implicación y de
responsabilidad e incluso de pasión con que la disciplina se aborda en una dirección general
todavía con pocos años de andadura.
Entre los temas discutidos destacan la relación de la disciplina urbanística, desde su ámbito
más puramente jurídico, con el territorio y con la ciudad, con la sociedad y con la política, con
la actividad económica y con la cultura.
La disciplina entendida como la actividad desarrollada por las distintas administraciones
competentes, para mantener el compromiso de la ordenación del territorio y el urbanismo, en
el complejomundo de la actividad inmobiliaria, se fundamenta sobre la legislación pertinente,
e incide sobre múltiples temas como la vivienda, el medio ambiente, la actividad económica
de la construcción, las relaciones entre las administraciones municipales y los administrados,
la seguridad jurídica de adquirentes, el papel desempeñado por los técnicos municipales, o
los intermediarios en los procesos edificatorios.
¿Qué se puede decir del afán por mantener y preservar el territorio rural de Andalucía de las
presiones de la parcelación, de las presiones de la proliferación indiscriminada de viviendas,
de las presiones de la utilización indebida de uno de los recursos más importantes de los que
dispone toda sociedad como es el suelo?
La antigua, habilidosa y en tiempos culta actividad de convertir el negocio del suelo, en el
arte de hacer ciudad, no ha tenido su contrapartida en el medio rural, ya que el campo no
es ciudad, no es terreno de juego para el hacer inmobiliario, el campo se transforma y se
explota, sin cambiar su condición esencial de terreno rústico, y la legislación propugna su
mantenimiento como recurso limitado que es.
El territorio rural, ha sido soporte de distintos usos y culturas, soporte de las comunicaciones
y de la actividad agraria, nos hemos servido de él y también lo hemos habitado.