MERCEDES IZQUIERDO BARRAGÁN
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que permitan enlazar desde un solo punto de acceso con una multiplicidad de de-
partamentos ministeriales, y, especialmente, los servicios del área de la información
electrónica.
No obstante, modernizar la Administración integrando las nuevas tecnologías es un
proceso largo y lento, tiene que tener como objetivo central hacer mejor la vida de
los ciudadanos.
Para ello, es imprescindible contar con el potencial que alberga el cuerpo de funcio-
narios para impulsar el programa de modernización del conjunto de la Administra-
ción puesto que contar con la gente es elemental.
No se puede seguir dirigiendo desde la cúpula a base de esquemas verticales, ni
desde la fría distancia de quien se esconde en la jerarquía, por tanto hay que saber
delegar, saber contar con los colaboradores, saber pedir consejo y confiar en los
demás.
La dualidad servicios públicos-servicios privados ya no debe plantearse en términos
de oposición, sino en un marco de complementariedad. Lo definitivo es hacer mejor
la vida a la gente.
Ello entraña una nueva forma de diseñar políticas y programas públicos, una nueva
forma de prestar servicios públicos, en definitiva una nueva manera de ejecutar las
funciones de una Administración pública moderna.
No obstante, para ello resulta preciso superar las sombras e individualizar las razo-
nes de la ineficiencia, como pueden ser:
1. La organización:
En la organización no hay auténticos directivos públicos con ideas claras y con sensi-
bilidad hacia los derechos de las personas, sino que los que mandan en la organización
precisamente son los más interesados en proteger y mantener el «status quo existente».
2. La inercia:
Es otra de las dificultades de cualquier proceso de reforma y modernización. Es más
fácil modificar las leyes que incidir sobre la inercia de las mentalidades que pesa
mucho en la Administración y sus agentes, por lo que es necesario mantener siempre
vivo el espíritu renovador y reformador cada día y ser capaz de encontrar personas
en los expedientes y no sólo largas y monótonas horas de trabajo anónimo.