Página 115 - Estudio sobre el Derecho del Turismo de Andalucía

Versión de HTML Básico

CAPÍTULO II. ORDENACIÓN Y PROMOCIÓN DE LOS RECURSOS TURÍSTICOS
113
a lo largo de todo el año y competir a nivel internacional como polo de atracción para un
turismo cada vez más exigente y más conocedor del destino. Con estos fines se opta por
la puesta en valor de los recursos autonómicos, y el desarrollo de clubes de productos
que puedan desarrollar experiencias completas bajo el paraguas de una marca común, y
ofreciendo un producto complejo y que permita satisfacer por completo las demandas del
turista en nuestro destino.
La estabilidad y calidad en el empleo continúa la senda trazada por la línea anterior, y se
apoya en el impulso al sector privado para garantizar que el personal dedicado al sector
turístico sea un fiel reflejo de la apuesta por la excelencia. En este sentido, la clave será
garantizar la presencia de profesionales con la adecuada formación y que ofrezcan un
servicio de alto nivel a todos los visitantes; sin obviar la relevancia de las adecuadas condi-
ciones laborales y la importancia de superar deficiencias, como la problemática vinculada
a la precariedad o la brecha de género, existentes en algunos de los puestos de trabajo
vinculados al sector turístico.
La estacionalidad es uno de los hándicaps a los que se enfrenta el turismo, de ahí la opor-
tunidad del Plan para dedicarle una línea estratégica desde la que abordar los desafíos que
presenta. La inactividad en la temporada baja genera un empleo de escasa calidad y una
desocupación de las infraestructuras turísticas. Superar esta realidad exige medidas inno-
vadoras para la creación de nuevos productos turísticos y para el fomento de los destinos
andaluces fuera de temporada.
A este respecto, se apuesta por el impulso a las iniciativas destinadas a colectivos con
mayor disponibilidad en temporada baja, como los mayores y los jóvenes, además del
turismo de reuniones y congresos; y la creación de productos que sean atractivos para
estos sectores de la población. Para alcanzar estos fines se incide en el desarrollo de
medidas de promoción y comercialización, así como de iniciativas públicas que premien a
las empresas abiertas fuera de temporada con incentivos económicos y fiscales.
La quinta de las líneas estratégicas se desarrolla en torno a la imagen de marca de Anda-
lucía, vinculada a un turismo de calidad y que sea capaz de representar la heterogeneidad
del territorio autonómico y ensalzar los valores naturales, culturales, históricos y paisajísti-
cos. La innovación tecnológica se convierte en una pieza clave para hacer frente a un triple
objetivo: el mercado nacional, los mercados extranjeros y los emergentes. Atendiendo a
las necesidades de los visitantes, desde el Plan se aspira a la consolidación de la expe-
riencia turística, como vehículo para elaborar las estrategias de promoción; desarrolladas
con criterios objetivos en los que se especifiquen las acciones elaboradas con fondos y
recursos públicos, y con un retorno medible.
Andalucía, como destino turístico de excelencia, constituye otra de las líneas estratégicas
en las que se asienta el Plan; se persigue garantizar de forma homogénea la calidad inte-
gral en productos y servicios, y garantizar la satisfacción de las necesidades y expectati-
vas de los turistas.