CAPÍTULO V. LOS ESTABLECIMIENTOS DE ALOJAMIENTO TURÍSTICO, EN PARTICULAR LOS HOTELEROS
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Por contraste con lo anterior, los hostales y pensiones pueden compartir con otras acti-
vidades o usos la edificación. Así, por ejemplo, un hostal puede ocupar sólo la segunda
planta de un edificio, compartiendo accesos con residentes en la tercera planta y con
profesionales que tengan sus oficinas en la primera.
De otra parte, conviene apostillar que los hoteles-apartamentos son realmente hoteles,
con sus mismos requisitos, solo diferenciándose de estos en las características de sus
unidades de alojamiento, configurando cada una de ellas lo que en el lenguaje común se
suele considerar un apartamento, de ahí su denominación.
Por último, se hace evidente que la clasificación en grupos, a través de las exigencias
estructurales y de las características de sus instalaciones y servicios, apunta, de manera
colateral, a criterios indicativos del nivel y cualidad de los establecimientos. Es por ello que
a los hostales, en consideración de su menor nivel, se les rebajan las exigencias respecto
a sus instalaciones y servicios requeridas para los hoteles y, correlativamente, a las pen-
siones se les rebajan las exigidas a los hostales.
2.2.2.
Categorías
El segundo elemento de la clasificación, la categoría, indica el nivel de calidad del estable-
cimiento dentro de cada grupo. El símbolo que representa la categoría de los estableci-
mientos hoteleros es la estrella.
La categoría es fijada atendiendo a la mayor o menor exigencia respecto a los requisitos
estructurales y de las instalaciones, equipamientos y servicios, conforme a las especifi-
caciones establecidas para cada nivel, dentro de cada grupo, en los correspondientes
Anexos del DEH. Así, por ejemplo, se exigen unas anchuras mínimas crecientes a los pa-
sillos de los hoteles según sean de una, dos, tres, cuatro o cinco estrellas. O, en relación
con el servicio de habitaciones se establece que no es obligatorio en los hoteles de una
y dos estrellas, mientras que sí lo es en los de tres, cuatro y cinco estrellas, debiendo
estar operativo permanentemente en los de esta última categoría. El esquema regulatorio
seguido para la determinación de los aludidos requisitos específicos para cada categoría
es estudiado más detalladamente en un apartado posterior (epígrafe 2.4.2).
que permitiese la ubicación de hoteles ocupando solo parte de las plantas de “rascacielos”, ante la demanda de
ciertos proyectos singulares, que permitiría así un formato existente en otros lugares (son famosos los casos
del
Ritz-Carlton
de Hong Kong o el
Armani Hotel
alojado en el edificio más alto del mundo, el
Burj Khalifa
de
Dubai). En nuestra opinión, así como no parece apropiada la coexistencia con un uso residencial en estos casos
de compartimentación vertical (por las distintas necesidades de turistas y residentes que pueden generar pro-
blemas de convivencia; vid. al respecto las reflexiones, referidas a zonas mixtas, de A. BLASCO ESTEVE, “Pla-
nificación y gestión del territorio turístico de las Islas Baleares”, en ob. col.
Ordenación y gestión del territorio
turístico
, Dir. D. Blanquer Criado, Valencia, 2002, pág. 254), no apreciamos especiales obstáculos para que se
permitiera la compatibilidad con otras actividades terciarias, especialmente la comercial e, incluso, la de ofici-
nas, siempre que quedara asegurada la autonomía de gestión del establecimiento hotelero dentro del conjunto.