Page 111 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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Posteriormente, hizo su aparición la maquinaria en los campos, con carácter ge- neral, aunque ya antes, se habla de una primera “revolución agrícola medieval”, para referirse a los avances producidos hasta el siglo XIII de nuestra era. Básica- mente, se trataba del arado romano, la guadaña y el almacenamiento de ciertos productos, como el heno, para alimentar al ganado, en la época invernal o estival, dependiendo de la climatología de cada zona, la extensión de la trilla, como pro- cedimiento para separar el grano de la paja, la generalización del molino de agua con rueda motriz vertical, posteriormente el molino de viento, y algunos otros como la rotación trienal de los cultivos o el enganche del caballo para la realiza- ción de las faenas agrícolas. A la finalización de esta primera revolución, Europa era la región del mundo donde el empleo de las energías naturales en la agricul- tura era más importante. En particular, era la única zona en que, gracias al arado de ruedas se había resuelto el problema de la utilización de la energía animal para la roturación de los suelos.
Retomando nuestra exposición es a partir del siglo XVIII cuando se produce una segunda oleada de innovaciones, que será crucial para el porvenir de la agricul- tura, con la incorporación de la sembradora de Jethro Tull, la aventadora y los primeros cultivos forrajeros integrados en el sistema de rotación.
“La revolución de las rotaciones acompañará la conquista del maíz y sus plantas asociadas. Las ‘respuestas’ de 1753 ponen de manifiesto la prepon- derancia de una rotación trienal sin barbecho, en que el maíz aparece dos de cada tres años como mínimo. [...] Este ejemplo, sacado de una zona cos- tera, revela hasta qué extremo se había intensificado la puesta a punto del sistema en algo más de un siglo. Nada de barbecho, a menudo dos cultivos
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por año y el aprovechamiento óptimo del menor trozo de suelo”
.
La primera máquina de trillar funcional fue construida en 1786. La cosechadora se desarrolló en las llanuras de América del Norte. La década 1840-1850 marcó el nacimiento de la agricultura moderna, ya que en ese período se inició una larga serie de avances mecánicos y tecnológicos. A la aparición del motor de explosión, se le uniría, a partir de 1935, la utilización de los neumáticos.
“A partir del siglo XIX se produce una profunda transformación de la agri- cultura en los países desarrollados, incorporando a esta actividad las pautas propias de la industrialización y de la creciente globalización de las relacio- nes económicas: la agricultura tradicional subsiste sólo de forma marginal,
168 BENNASSAR, B.: Orígenes del atraso económico español. Editorial Ariel, S. A. Barcelona. 1985. Págs. 21 y 22.
I. INTRODUCCIÓN
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