Page 262 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
tálogo, principio éste sobre el que se basó la primera Ley de Montes promulgada
230 en 1863 .
La tala de enormes masas forestales significó que la mejor protección de las tierras cultivadas y de sus microclimas desapareciera. Asimismo, se suprimió el mayor creador y conservador de los humedales, además de privar a muchos ríos de la mejor defensa de sus cabeceras y cauces, haciendo que se esfumara un importante agente moderador de la climatología.
De esta forma, los conflictos sociales se multiplicaron, ya que por efecto de las desamortizaciones las tierras pasaron a manos de los terratenientes capitalistas, que explotaban a los jornaleros por unas migajas de pan. Así, la agricultura dejó de ser la locomotora de la economía española, al descender la productividad ver- tiginosamente, y al no redundar la venta de las tierras en las arcas públicas. Las regiones con mayores superficies rurales resultaron especialmente perjudicadas, como Andalucía, Aragón, Castilla y Extremadura. En todos los rubros se observa el descenso de las producciones; cereales, fibras vegetales, e incluso, el rendimien- to lanero, tradicional durante los siglos anteriores, se volvió deficitario, así como el resto de las mercaderías pecuarias. Lo mismo cabe afirmar del capítulo forestal, que tanto en madera como corcho y otros artículos del bosque cayó en picado. A esto se añadió, a finales del siglo XIX la competencia de ultramar, ya que las nacio- nes recién independizadas ponían de manifiesto su potencial agrícola, sirviendo mercancías, con la ayuda de los nuevos vapores, a precio inferior, aún sumándole los fuertes aranceles de una economía proteccionista; que, sin embargo, no desa- rrollaba una verdadera Política Agraria de apoyo a los agricultores más necesita- dos. Por ejemplo, mediante la rebaja de las tasas fiscales o a través de verdaderos auxilios cuando la climatología era adversa, así como con el sostenimiento de los precios en momentos de caída de la demanda o de grandes producciones. Esto contribuyó a la quiebra de muchas explotaciones españolas, con la consiguiente hambruna de los pobres jornaleros que se veían afectados y la emigración de to- dos los que podían acceder a ella.
“En situaciones límite, las familias de los agricultores sólo podían vivir de las amortizaciones durante unos pocos años y al quebrar la explotación, la única salida era la emigración. Se estima que entre 1882 y 1913 (31 años) la
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emigración del campo alcanzó la cifra récord de 4 millones de personas”
230 Esta Ley fue desarrollada por el Reglamento de 17 de mayo de 1865, para la ejecución de la Ley de Montes
de 24 de mayo de 1863.
231 LARREA EREÑO, S.: Op. Cit. Pág. 35.
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