Page 286 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
 tener un conocimiento exhaustivo de su finca y de las posibilidades con las que puede contar, es decir, herramientas, estructura edáfica, clima, cuantía inversora, condiciones y prospectiva de mercados, necesidades de la labor, especies vegetales compatibles, probabilidad de enfermedades y de su control, etcétera.
“En diversos estudios realizados en zonas de agricultura intensiva se ha comprobado que una parte significativa de la contaminación se deriva de prácticas técnicamente incorrectas o mal ejecutadas. En este mismo senti- do, no debemos olvidar las carencias de formación técnica y los problemas de transferencia de tecnología que sufre el sector agrario en nuestro país, así como el importante déficit educativo en materia ambiental que aqueja a toda la sociedad española. Muchas de estas actuaciones inadecuadas tienen efectos negativos sobre la propia viabilidad económica de las explotacio- nes, ya que en las circunstancias económicas actuales, pequeños ahorros en los factores de producción pueden ser vitales para la rentabilidad y su- pervivencia de las mismas. [...] Asimismo, la tendencia, hasta ahora, a pro- ducir al máximo, ha sido acompañada por una variada oferta de medios de producción, cuyos agentes comerciales, movidos por un interés económico respetable, pero particular, han asumido la función de asesores de los agri- cultores ante la imposibilidad o dejadez, según los casos, de los organismos
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públicos responsables de la necesaria extensión agraria”
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En la rotación es necesario emplear, periódicamente, al menos una vez cada dos años, leguminosas anuales o plurianuales como la alfalfa, para beneficiarse de su sistema radicular y enriquecer el suelo con nitrógeno. En el caso de cultivos, que dejan toxinas para ellos mismos, como los garbanzos, es imprescindible respetar rigurosamente el período de rotación. Asimismo, no puede repetirse la misma siembra dos años seguidos. Es conveniente utilizar cosechas alternas que explo- ren con sus raíces diferentes capas del suelo, además de no sembrar de forma con- secutiva dos simientes que tengan similares necesidades de nutrición, como el tri- go y el lino. Si se trata de cultivos hortícolas, la rotación adquiere, todavía, mayor importancia, siendo necesario tener en cuenta evitar la repetición de plantas de la misma familia, excepto el tomate, ya que suelen tener las mismas necesidades. También es procedente alternar plantas con distinto tipo de aprovechamiento y con diferentes exigencias de abonado, así como con sistemas radiculares diversos.
En cuanto a la asociación, hay muchas formas de utilizar una planta en beneficio de otras; como por ejemplo, empleando plantas como tutores, es el caso del maíz
270 Ibidem. Págs. 178, 180 y 181. 286
  

























































































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