Page 365 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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Realmente, hasta finales de los ochenta, casi las dos terceras partes del presupues- to de las Comunidades Europeas eran absorbidas por las actuaciones en materia agraria; más concretamente, las actuaciones consistentes en intervención y man- tenimiento de los precios y rentas agrarias.
“A pesar de los esfuerzos realizados para limitar costes, han ido creciendo constantemente las cantidades destinadas a la agricultura a cargo del pre- supuesto de la C.E.: de 26.000 millones de ecus en 1988 a 36.000 millones en 1992. La proporción de presupuesto destinado a la agricultura ha dis- minuido en términos relativos del 63% en 1988 al 58% en 1992. Pero eso refleja únicamente el aumento de los gastos destinados a otras políticas,
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especialmente la política regional y el desarrollo social”
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Incluso después de las primeras reformas y tras haber transcurrido cinco años de la puesta en marcha de la más profunda de ellas, la de 1992; hasta la del año 2000; era, con diferencia, el gasto agrícola, el más voluminoso de la Unión Europea, como pone de manifiesto el siguiente extracto donde no se consigna el presupues- to de la sección Orientación, que también habría que sumar.
“En el presupuesto general de la Unión Europea para 1997, que se eleva a un total de 80.880 millones de ecus (en créditos de pago consignados en el presupuesto de 1997), se asignaron a la sección Garantía del F.E.O.G.A. 41.305 millones de ecus de créditos de pago (incluida la reserva monetaria y los créditos inscritos en el capítulo B0-40 ‘créditos y reservas’), es decir, un 51%. En 1996, los gastos de la sección de Garantía del F.E.O.G.A. repre-
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sentaron el 48% de los gastos del presupuesto general”
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II. MARCO TEÓRICO
“Sin embargo, ese aumento de los costes no redundaba de forma equitativa sobre las rentas de todos los agricultores; el sistema beneficiaba prioritariamente a los grandes agricultores. Además, las subvenciones a las exportaciones antagonizaban de forma extraordinaria a países terceros exportadores de productos agrarios. Mientras tanto, los elevados precios de garantía encarecían indebidamente los alimentos para los consumidores europeos.
A mediados de los años ochenta la PAC había entrado en un estado de crisis profunda, la Comunidad, consciente de ello, inició un proceso de reforma tratando de encauzar el futuro del mundo rural en un escenario menos proteccionista, más restrictivo en términos de precios agrarios y más diversificado en cuanto a la actividad económica, sin olvidar la mejora de la competitividad en las explotaciones y la necesidad de fomentar un desarrollo rural más respetuoso con el medio ambiente y con las necesidades de todos los agricultores”.
Ibidem.
403 COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS: Nuestro Futuro Agrario. Oficina de Publicaciones
Oficiales de las Comunidades Europeas. Luxemburgo. 1993. Pág. 14.
404 COMISIÓN EUROPEA: La situación de la agricultura en la Unión Europea, Informe de 1997. Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. Luxemburgo. 1998. Pág. 168.
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