Page 468 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
El Programa de Medidas Agroambientales en España da comienzo con la publica- ción del Real Decreto 51/1995, de 20 de enero, por el que se establece un régimen de medidas horizontales para fomentar métodos de producción agraria compatibles
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con las exigencias de la protección y la conservación del espacio natural . Median-
te este Real Decreto se procede a la adaptación a la configuración de las estructuras
agrarias españolas del Reglamento C.E.E. 2.078/1992, del Consejo de fecha de 30
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de junio de ese año . Como más adelante veremos, al estudiar los objetivos del
Programa, éste despierta poco interés en la clase política española, y esto se refleja en la escueta declaración sobre la finalidad de las medidas adoptadas.
Mediante la decisión española de adaptar los contenidos de la legislación comuni- taria a la realidad de nuestro país se muestra el asentimiento de nuestra Adminis- tración Pública a la necesidad de reformar la P.A.C. Pero el hecho de reaccionar de forma tan lenta no ayuda a que los agricultores españoles confíen en las ventajas del Programa. Se pretende, por supuesto, que la reforma de la agricultura europea, tuviera unos efectos suavizados en el campo español, pero además, la diferencia de la agricultura española con la de los países del Norte de Europa; por su mayor atraso socioestructural y su diversidad de sistemas agrarios, junto a la menor notoriedad de los problemas ambientales; hace que el Gobierno español no tenga prisa en la ejecución de las actuaciones.
“Podríamos señalar el poco interés despertado en un principio por estos programas entre las autoridades nacionales y regionales relacionadas con la agricultura, así como entre los agricultores españoles. A diferencia de otros países de nuestro entorno europeo con unos modelos de agricultura muy intensiva, como Holanda o Dinamarca, los sistemas agrarios españoles, sal- vo excepciones, son menos intensivos y no muestran aún los problemas de contaminación que son característicos de las agriculturas de los países centro y norte europeos. Además, el reconocimiento de un importante dé- ficit de competitividad de la agricultura española contribuye a que tanto las organizaciones agrarias, como el Ministerio de Agricultura, den prioridad a continuar avanzando en programas de modernización que permitan a los sectores agrarios con mayor potencial adaptarse a la nueva situación de los mercados mundiales. Tampoco desde la sociedad civil ha existido una
presión suficientemente fuerte para que los poderes públicos se viesen en la
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necesidad de acelerar la aplicación de esta política agroambiental”
22 Boletín Oficial del Estado núm. 33, de 8 de febrero de 1995. 23 D.O.C.E. de 30 de julio de 1992, núm. 215, de la serie L.
24 GARRIDO FERNÁNDEZ, F. E.: Op. Cit. Pág. 157.
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