Page 825 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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IV. CONCLUSIONES
 mentación no tendrá capacidad para corregirlo, sin apartarse notoriamente del planteamiento inicial. De la misma forma, por brillante que sea el primero, si se lleva a cabo indebidamente, el resultado final no será el buscado.
En el caso del Programa Agroambiental, se pueden encontrar áreas de mejora tan- to en uno como en otro apartado. Una de las mayores dificultades con las que se encuentra el diseño de una Política que es aplicable en un territorio tan vasto, que abarca a doce países diferentes y que, además, se amplía durante el período de pro- gramación a otros tres estados es la excesiva homogeneidad del planteamiento. Hay que tener en cuenta que son millones los agricultores y ganaderos afectados y que cada uno tiene una explotación diferente, que pueden compartir semejanzas por zonas o comarcas agrícolas, pero pocas hay entre la agricultura mediterránea de huerta y las estepas cerealistas del Centro de Europa y así podrían señalarse multi- tud de ejemplos. Asimismo, las orientaciones técnico-económicas son muy varia- das, consecuencia, también, de la amplitud de la geografía abarcada. Esta debilidad en los resultados, que tiene su causa en la uniformidad de trato ha afectado a varias
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medidas, de las que resaltamos dos . La extensificación, pues no puede compa-
rarse su aplicación en explotaciones de carácter intensivo, con las que ya de por si practican una agricultura o ganadería extensiva, como ocurre en muchas zonas des- favorecidas. Para apreciar esta homogeneidad de la medida no es necesario rebasar los confines de un Estado miembro como España, ni siquiera de una Comunidad Autónoma como Andalucía. Baste comparar las explotaciones intensivas de fresón en la comarca de la Costa con las dehesas serranas, ambas en la provincia de Huelva.
entusiasta puesta en práctica de la política no podrá corregir el error de su concepción y diseño, condenando la implementación a ser un esfuerzo sin sentido. Asimismo, la política, en el momento en que se echa a andar, desata muchas oportunidades y expectativas, poderes e intereses en juego, cargas de trabajo y responsabilidades, operaciones y decisiones; la implementación se vuelve entonces un proceso muy complejo y elusivo, también conflictivo, y es casi imposible encontrar una fórmula de coordinación que integre las diferencias y configure una acción colectiva armónica y efectiva”.
AGUILAR VILLANUEVA, Luis F.: Op. Cit. Pág. 17.
89 “Las medidas de extensificación del ganado no han dado buenos resultados en algunas regiones, debido
posiblemente a que los pagos no son suficientes.
El mantenimiento de sistemas extensivos constituye un rasgo esencial en muchas zonas de la UE. El informe pone de manifiesto la deficiente aplicación de la medida en determinadas zonas importantes.
Los efectos sobre los ingresos varían en las distintas regiones, ya que las medidas con pagos demasiado bajos arrojan un bajo nivel de utilización, mientras que en otras regiones los efectos sobre los ingresos han sido importantes. En el caso de las medidas aplicables a distintos tipos de suelo y sectores, se pone de manifiesto la necesidad de centrar los pagos en las regiones.
En el caso de las tierras de alto rendimiento, la aplicación de las medidas no ha resultado satisfactoria a falta de primas suficientemente elevadas. Se sugiere en términos generales una intervención más centrada a fin de garantizar la adecuación de los pagos.
Los pagos deben ser objeto de reevaluaciones periódicas a fin de evitar indemnizaciones excesivas o insuficientes y garantizar la coherencia con otras políticas”.
COMISIÓN EUROPEA. DIRECCIÓN GENERAL VI: Estado de la aplicación del Reglamento C.E.E. 2.078/1992: Evaluación del programa agroambiental. Oficina de Publicaciones de las Comunidades Europeas. Luxemburgo. 1999. Págs. 7 y 8 (Resumen).
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